Y ese es el caso de Francheska Travieso. Para esta joven Mujer Maravilla nada es imposible. Y uno de sus mayores anhelos es servir de inspiración a otras mujeres que, como ella, quieren poner su “granito de arena en este mundo caótico en el que estamos viviendo”.  

¿Y cómo lo hace Francheska?  Por medio de su empresa Paper In Bloom, esta enérgica y creativa  joven –quien, además de artesana certificada en saponificación y aceites, es madre y trabaja todo el día en una oficina de arquitectos– lleva un mensaje especial a todas las mujeres. Francheska quiere que todas sepan que, si se lo proponen, lo que sea que ellas puedan imaginar, lo podrán lograr.  

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Una idea florece

Una sencilla inquietud por preservar el arte de la comunicación escrita motivó a Francheska a establecer su propio negocio. Como siempre fue amante de las manualidades y del arte del scrapbooking, se le ocurrió que  podía ayudar a preservar la costumbre de la comunicación escrita. Para ello, comenzó a diseñar tarjetas personalizadas, hechas a mano, de acuerdo con el gusto particular de cada cual. “Cada vez que entregas algo hecho a mano es una pieza única”, expresó Francheska, quien optó por llamar la compañía Paper In Bloom como una alegoría a las ideas creativas que muchas de nosotras tenemos y que solo necesitan que las dejemos florecer.

Con el tiempo, Paper In Bloom creció para incorporar una línea de jabones, cremas, lociones y scrubs  elaborados con ingredientes naturales. Dicho giro obedeció a que, según relató Francheska, “con la maternidad, cuando tengo a  la nena”, dijo sobre su bebita de poco más de un año, “me doy cuenta de que no tengo tiempo para mí”. Pero, como según ella, “es importante que  entiendan que para tú poder cuidar de otros tienes que cuidarte a ti misma, primero porque no puedes amar a otra persona y cuidar a otra persona si no sacas tiempo para ti”, Francheska optó por tomar cartas en el asunto.

Así fue como decidió tomar un curso de elaboración de jabones, cremas y líneas de productos naturales “porque quiero llevar un mensaje; quiero que las mujeres sepan que ellas son importantes, que ellas valen… Quiero servir de ejemplo para mi hermana (Mariana), que es mi asistente por excelencia, pero, también para mi hija. Ese es mi legado para ella”.

Por eso, “mi exhortación para todas las mujeres”, dijo Francheska, “es que en un periodo tan corto como es el de tú bañarte –que es algo que tú tienes que hacer todos los días–, tú hables con el papá de tus hijos para que te ayude a sacar tiempo para ti. Acuestas a los nenes a dormir o te levantes más temprano y  esos 10 o 15 minutos que  estas en la bañera,  no eres mamá, no eres la empleada… eres tú con tus pensamientos, sintiéndote bien contigo misma. Y eso lo que provoca es que la mujer se sienta feliz… ¡y la felicidad es contagiosa!”.