Por: Dra Maricelly Santiago Ortiz

¿Sabías que 1 de cada 3 personas en Puerto Rico podría desarrollar cáncer en su vida?

Según el Registro Central de Cáncer de Puerto Rico, el cáncer es la causa número uno de muerte en la Isla, en donde se observa una alta incidencia de cáncer de mama, colorectal y tiroide en las féminas y una alta incidencia de cáncer de próstata, colorectal y pulmón en los hombres. 

Actualmente se han registrado 74,612 nuevos casos y 26,222 muertes asociados con esta enfermedad. En los datos acumulativos hasta el año 2013 se ha observado un aumento anual en la incidencia de cáncer de 0.5% en hombres y de 1.4% en mujeres. 

No obstante, debido a los avances médicos y clínicos, junto a la atención personalizada a los pacientes y campañas de concienciación, nuestra Isla cuenta con más de 60,000 sobrevivientes de cáncer y este número va en aumento. El número de sobrevivientes se estima que es muy similar tanto en hombres como en mujeres en Puerto Rico. 

Clave el papel del cuidador

El cáncer se considera una enfermedad crónica de larga duración que necesita ser atendida y guiada a través del cuidado médico continuo y de servicios de apoyo. 

Definimos como sobreviviente al paciente desde el momento inicial que recibe el diagnóstico de cáncer. Sin embargo, debemos recordar que el cuidador, tambien se ve impactado por un diagnóstico de cáncer en la familia, lo cual lo convierte de inmediato en un co-sobreviviente de cáncer. En ocasiones debido al impacto inicial que siente la familia al recibir un diagnostico de este tipo, todos los cuidados primarios se centran en el paciente y no le damos igual importancia al cuidador durante el proceso de esta enfermedad.

Los cuidadores deben preparse al máximo ya que son los que están inmersos en la atención directa al paciente, que incluye desde comunicarse con las aseguradoras médicas, personal especializado y tratamiento hospitalario.

Las etapas de la sobrevivencia se dividen en tres: aguda, permanente y extendida. La etapa aguda se describe desde el momento que el paciente recibe el diagnostico y se encuentra recibiendo tratamiento activo, mientras que en la etapa permanente se observa que el tratamiento 

ha terminado y el cáncer ha sido detenido temporeramente. La última fase conocida como la extendida, se asocia como un tipo de “tiempo de espera” en el cual el cáncer pudiera recurrir. 

Actualmente los sobrevivientes en Puerto Rico están más concientes de los retos que atraviesan desde el momento de su diagnóstico y buscan las herramientas para atenderlas. Fundaciones e instituciones médicas se encuentran desarrollando nuevos planes de atención integral en donde se incluye la rehabilitación social, emocional, espiritual, conductual y física del paciente.  

En adición, cabe recalcar que en Puerto Rico, se están impulsando nuevas iniciativas que contemplan proveer mejores servicios tanto para el sobreviviente y cuidador.

Por otro lado, la Sociedad Americana Contra el Cáncer en conjunto con Susan G. Komen, promueven la educación como un componente importante en la modificación de estilos de vida y sobre la consistencia de realizarse los exámenes médicos de detección.

La autora es profesora de la Ponce Health Sciences University y la Pontificia Universidad Católica de PR.