“Empecemos lento, después salvaje”, canta Luis Fonsi en su nuevo hit Despacito, y que yo uso de modelo para concienciarles de la importancia de hacer, tener y disfrutar un buen sexo. Recuerden que unas buenas fases de deseo (cuando surge la invitación para tener sexo) y de excitación (donde surgen las caricias, besos y todo aquello que provoca gusto, placer, deleite y disfrute) deben garantizar los resultados: tus ricos orgasmos. Sí, en plural, tanto para ellos como para ellas porque ahora los queremos a ellos multiorgásmicos (vengan a terapia express y aprendan cómo).

“Mami, esto es dando y dándolo”, dice la letra que yo aprovecho de modelo para acordarte que en el sexo es dando y dando. Ya no queremos más mujeres esperando que ellos les provoquen sus orgasmos, o de esas que dicen que van a saber que lo tuvieron (porque jamás dicen disfrutar) porque ellos se lo dicen o peor aún, esas que lo fingen y te aseguro varón que de eso jamás te enterarás. Sí, el sexo es dando y dando, requiere una acción coordinada, armoniosa, de total fusión.

“Sabes que esa beba está buscando de mi bom bom; quiero ver cuánto amor a ti te cabe”, dice la letra acaso en una clara referencia al área genital en la etapa de penetración en esa grandiosa fase orgásmica. Me gusta cuando la mujer se apodera de su sexualidad y es ella la que busca. Cuando decide qué, con quién y cómo quiere disfrutar de una necesidad inherente a todos y todas: el placer sexual. Cuando, durante esa penetración, no tan solo descubre cuanto “amor” le cabe (recuerden que no me gusta confundir amor con sexo), sino que también puede corroborar otros detalles importantes de ese encuentro: el tamaño, la destreza, la frecuencia, el movimiento, posturas, ritmo, respiración y todos los otros elementos que considera imprescindibles para asegurar sus orgasmos.

“Yo no tengo prisa yo me quiero dar el viaje. Empecemos lento, después salvaje, pasito a pasito, suave suavecito nos vamos pegando, poquito a poquito cuando tú me besas con esa destreza veo que eres malicia con delicadeza”, sigue cantando Fonsi con Yankee, con la hermosa Zuleyka representándonos, dignamente. Honestamente, eso debemos ser todas: malicia con delicadeza. Sin perder nuestra esencia de mujer, femenina, delicada, sutil y sí, salvaje. Segura de ti misma, de tus conocimientos científicos del sexo, de tus gustos, con total responsabilidad de ese encuentro. Uno dónde tú también estás penetrando, ésta vez en cuerpo y alma.