¿Doctora, por favor dígame si es malo tragarse mucho semen? Y de la pregunta, hecha por un estudiante de escuela intermedia al yo terminar mi charla, lo que más me impactó y todavía me sacude es ese “mucho”. 

O la vez que un varón de 7 años me preguntó, en otra actividad, que cómo era la posición del perrito y acto seguido me dijo, haciéndola, que él sabía. Así que él y su primito se manifestaron allí, en vivo y a todo color. U otras niñas, en este plantel X donde les hablé, que me contaban cómo a la hora del recreo las nenas se suben la falda, se sientan encima del varón y ahí, a plena luz del día, cada quien disfruta lo suyo. 

Son narrativas de posibles escenarios que enfrentarán tus crías en este regreso a clases y yo prefiero que lleguen, “blindaos”. 

Primero, pido atención suprema a papá, mamá y encargados, a ustedes les escribo hoy y también les pido que para saber más del tema me acompañen el miércoles 16 de agosto a las 3:00 p.m. en mi Facebook Live. 

A ustedes, que piensan que sus crías no están activos sexualmente hoy les digo que no estén tan seguros. Que quizás ellos y ellas sí pertenecen a ese 35% de jóvenes que ya saben lo que es el placer sexual y que al llegar a grado 12, dicen las estadísticas, habrán tenido, mínimo, cuatro parejas sexuales. 

Me preocupo y ocupo mucho de esos y esas que ya probaron el sexo sin recibir una adecuada educación sexual integral y comprensiva, sustentada en la ciencia y en los derechos sexuales única, sola y exclusivamente. Una que ya no siga presionando con el tema de abstinencia, embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual. 

Así que les toca, les toca ser responsables y dejar la negligencia. El lema es edúcate para educar porque, posiblemente, a ti te pasó exactamente lo mismo. Probaste el placer sexual sin que alguien responsable te orientara, ¿o me equivoco? Esa es la tendencia, una que debemos sustituir, urgentemente, si queremos promover el sexo saludable y sin miedo y sí es posible. 

Sugiero que empieces hablando de ti. Lo que significa para ti el sexo y el placer sexual. Cuéntales, honestamente, de tu primera vez, de cómo aprendiste del sexo y las diversas maneras en que ese significado se ha transformado a través del tiempo, tú tiempo. 

Usa la música, una película, su canción favorita para escenificarle ese mensaje tan importante que quieres quede grabado en su mente y su corazón. Ínstale a buscar ayuda, a buscar en internet y educarse en fuentes primarias, científicas y creíbles. Hay mucho publicado que sí educa; muévete, provoca, actúa. Te digo que con la misma diligencia que le enseñaste a lavarse los dientes y a cruzar la calle, con esa misma entrega tienes que garantizarle una buena educación sexual. Yo, desde ahora te doy las gracias…