Puede que tenga unos ojos hermosos, unas piernas tonificadas o un cabello bonito, pero cuando una mujer pasa caminando delante de un hombre, es bastante probable que lo primero que él mire son sus senos.

Esa parte sensual del cuerpo femenino, sin duda, les llama la atención, y el interés que tienen por los pechos es bastante evidente. Solo basta con observar a cualquier hombre y notarás cómo la mirada se le va –inconscientemente o no– hacia las boobies.

Pero, más allá del factor sexi, ¿a qué se debe esa fijación de ellos con ver, tocar, morder y hasta oler los senos? ¿Por qué son una especie de “culto” para ellos?

Valor sexual

Según explica la sexóloga Alicia Fernández, esta fascinación de los hombres se debe principalmente a que los pechos tienen mucha sensibilidad, así que si los tocan debidamente en la cama, pueden facilitar el camino que hay que recorrer para culminar en un coito exitoso.

La especialista subraya que los senos son una de las zonas erógenas principales de la mujer debido a que se encuentran llenos de terminaciones nerviosas, lo que los hace muy sensitivos al tacto.

“Tienen, ciertamente, un atractivo sexual. De hecho, los seres humanos son los únicos mamíferos que le otorgan un valor sexual a los pechos. La estimulación que logra en el hombre al verlos, tocarlos y sentirlos, y la excitación que provoca en la mujer al tocarle sus senos, los prepara a ambos para un encuentro íntimo”, asegura la Dra. Fernández.

“Para el hombre, los pechos desnudos de la mujer tienen un sentido erótico; no tienen control de ellos mismos cuando los ven. Para la mujer, los senos son un arma de seducción y un pasaje al placer. Constituyen, además, una parte importante de su autoerotismo porque, si no tienen pareja, pueden tocárselos para excitarse”, detalla la también presidenta de la Asociación Puertorriqueña de Educación, Consejería y Terapia Sexual (Aspects).

Varios estudios confirman, precisamente, que los pezones son puntos erógenos capaces de provocar el orgasmo femenino.

Otra razón de peso que explica por qué a los hombres les resultan tan atractivos los senos es el poder de lo prohibido.

Y es que, al estar siempre cubiertos, crea en los hombres una especie de misterio que les llama más la atención.

“Son una parte del cuerpo que está oculta y prohibida para el hombre de primera intención. Y lo que está vetado para uno por algún tiempo lo que crea es más deseo de dar la batalla para alcanzarlo”, señala la sexóloga.

¡Sin brusquedades!

Aunque, si son bien estimulados, los pechos pueden excitar a la mujer y dejarla lista para el clímax sexual, si las caricias son –en cambio– muy fuertes o bruscas, pueden causar dolor y matar la pasión al instante.

La Dra. Fernández aclara, en este sentido, que el arte de dar placer a través de los senos no se limita a manosearlos y ya, sino que hay que tratarlos con delicadeza, pasión y ternura.

“La importancia de estimularlos en la intimidad es que forman parte del juego precoital de la excitación, que va a llevar a la persona a alcanzar su orgasmo y eyaculación”, explica la sexóloga.

“A nivel cerebral, la mujer establece una conexión con el placer que un hombre le provoca. Por ejemplo, si él la complace en la cama, el mensaje que el cerebro de ella le envía es: ‘Acércate, quédate’. Pero si el hombre no sabe darle placer, el aviso del cerebro es: ‘Aléjate, vete’”, puntualiza la especialista, quien trabaja en la Clínica de Sexualidad Humana.

Aprende a tocarlos

Si estimulas los senos correctamente, aumentarás el deseo sexual y excitarás a tu pareja. Estos consejos te ayudarán:

Sé delicado   Acaricia los senos de forma suave pero intensa; si no eres cuidadoso, puedes ocasionarle molestias y dolor a tu chica.

Demuéstrale que te gusta No basta solo con tocarla bien; también tienes que demostrarle que hacerlo te excita y te emociona.

Comunícate con ella 

Pregúntale cómo le gusta que le estimulen los senos; solo comunicándose podrán gozar al máximo de la sexualidad.

Varía el repertorio 

Para tocar los pechos, no solo uses las manos; usa tu imaginación. 

Excítala de pies a cabeza Dedica tiempo para acariciarle los senos, pero no olvides que hay otras zonas erógenas que también puedes estimular.

¿Sabías que...?

De acuerdo con la teoría de la evolución de Darwin, un hombre escoge inconscientemente a otra persona con el objetivo de reproducirse, y –sin duda– los senos intervienen en esta relación dado que son símbolo de salud y fertilidad.  De ahí que sea muy común que los hombres busquen a mujeres de pechos grandes.

Fuente Dra. Alicia Fernández, sexóloga