Hoy en día cualquiera jura por su madre que lo que dice es cierto y la honestidad parece haber pasado de moda. No solo es una actitud dañina y enfermiza, sino que realmente puede traer problemas cuando llegas a ese momento en el que no sabes si puedes confiar en el otro.

Las razones más comunes para mentir son el miedo, las apariencias u obtener algo que realmente no se merece. Los mentirosos se reconocen tarde o temprano, pero estas señales podrían darte el “cue” de que la persona frente a ti podría estar tratando de pasarte gato por liebre.

1. Un mentiroso no ve a los ojos, porque se le nota el engaño.

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2. El mentiroso se minimiza: mantiene sus extremidades cerca del cuerpo, sus movimientos son más rígidos.

3. Lo que dice y cómo lo muestra son dos cosas muy distintas. O bien exagera sus expresiones faciales, o bien solo gesticula con la boca –sonrisas, mordiendo los labios, etc.- y el resto de la cara permanece casi inexpresivo.

4. Desvía la atención del tema con sarcasmo, chistes u otras anécdotas que lo alejen de terreno peligroso.

5. Si lo coges en el engaño, o se pone como “gato boca arriba” o demuestra sentimientos de culpa que, en verdad, no son reales. Un mentiroso “profesional” siempre encontrará la excusa para justificar su comportamiento.

Fuentes: enforma.salud180.com