Llevas mucho  tiempo sin pareja y  sientes  que  es el momento de abandonar la soltería  y lanzarte  en busca  de  alguien.  Sales  con amistades los fines de semana, le  echas  el  ojo  a  alguien del trabajo, tienes   apertura  en las  redes  sociales para conocer algún soltero  y  no pescas ni  un catarro. 

De  momento una  compañera de trabajo te  comenta  de  un chico que  conoce a través  de  otro amigo y que es perfecto para  una cita a  ciegas. Al principio resistes  y luego aceptas  e  intercambias  números  de  teléfonos con él. 

Se citan  en  un lugar  público que él conoce  y al que  nunca  has  ido. Desde horas antes  del encuentro  comienzas a  desesperar, no sabes qué  ropa ponerte, tu  deseo es deslumbrar  para  que  el chico  no salga  corriendo. 

Antes  del blind date te llega  un mensaje a través de WhatsApp para que  le   envíes una foto para  reconocerte una vez  lleguen al lugar. Buscas  tu mejor  ángulo te tomas  la  foto y la  envías. La  espera  de  segundos  se hace eterna, comienzas a  sudar y  a comerte  las uñas,   hasta que  te llega un   emoji de un... Like.

  Este  comportamiento suele  ser  usual entre  féminas que se aventuran a  tener por  primera  vez   una  cita a  ciegas y que pueden conducir al desastre. Y lo descrito  anteriormente expone tres  errores comunes  que  no se deben  hacer  al tener   una  cita a  ciegas,  según  señala  la  especialista   en sexualidad  y  consejería  de pareja Ivelisse Cintrón.

 La experta  indica  que   en una  cita a ciegas  las dos  personas  deben  acordar  el lugar, la  hora  y las condiciones  en que  se va  a  dar  el encuentro. Esta  es   una de las  reglas  básicas   a  la hora  de practicar eso de conocer  personas.

El hecho de que los acuerdos para  esa  primera  cita  sean impuestos   por el hombre, Cintrón   no lo ve  con buenos ojos, puesto  que  asegura  debe  ser  la mujer  la que  se sienta cómoda y  segura   en el lugar.   

No importa  si  el blind date  se gestionó a  través de unos  amigos, de las  redes  sociales  o  de los  portales  dedicados a conectar personas,   el   aspecto   de  seguridad  es prioridad  antes  del  encuentro.

Igual se recomienda que  cada persona   llegue  al punto  de  encuentro en autos  por separados o en vías de transportación distintas. Por ningún motivo  debes  permitir que la persona  te  recoja a tu casa ya que se trata  de un desconocido. Además,   indicarle a   un amigo  o amiga dónde  será  el punto de encuentro es  una  medida  de  prevención en caso  de  necesitar  ayuda.

El mayor error

Uno  de los  errores comunes  que  señala  Cintrón   en  las  citas  a ciegas  es que una  de las  partes  desea  deslumbrar y  comienza a “venderse” para  impresionar.

Muchas veces es el hombre el que cae en esa práctica y es la que suele dejarnos saber que algo “no huele bien”.

“Las  mujeres  no podemos  creer todo lo que  nos dicen. Es decir la regla  es no creer nada, porque una  vez nos  dicen cosas  lindas  al oído  quitamos esa  barrera de alerta y  nos  emocionamos. Estamos  hablando de  la  primera  cita, por  tanto, tenemos que  ser   cautelosas”, afirma Cintrón.

Lo sensato es que la persona se muestre tal cual es y no aparentar. En esa línea  hay que  tomar   en consideración que no  se debe abusar y   la conversación no se debe monopolizar para hablar solo de uno, por lo que si no está bien que él lo haga, debes estar pendiente de tú no caer en esa trampa.

“Los  temas de conversación de esa  primera  cita  deben  ser  para  conocerse y  no concentrarse  en un solo  tema  que le  interese a  una  parte”,  explica  Cintrón.

Este error  al que  hace  referencia  Cintrón le sucedió  a  la joven Ivette  López  en una cita a  ciegas  que  tuvo con una  figura  pública  del País  dentro del  ámbito  político y social. Según cuenta,   la  gerente  de mercadeo accedió a  la  cita a  ciegas a  insistencia de una  amiga  que  entendía  podían llevarse bien.

 La joven conocía quién  era  el caballero  a  través  de  las noticias y  aunque no le  atraía su  físico, su  intelecto le parecía  interesante. 

“Nos  encontramos   en Ventana  al  Mar  en Condado  y  del primer  saludo, él  empezó  hablar  de su trabajo, de su  lucha social  y política,  de sus  aportes  a la nación y yo no encontraba   en qué    momento de la conversación integrarme. 

"Conocía su historia  y  la de su  familia.  Él  hablaba  de  lo grandioso que  él  decía ser. No sentía  que   eran temas apropiados  para   una conversación de una primera  cita. Pensé  que  era la mujer  para  su  tesis   doctoral. Trató  tanto  de venderse que  no funcionó”,  narra  la joven, que  indica que  la  cita  culminó  con la incómoda pregunta  de si volvería  a salir con él.  

Su respuesta  “fue  un sí, por  no ser  grosera, obvio  que  nunca me  llamó”.

 Desesperación

Otro de los  errores  comunes  de  las  citas a ciegas  opera del modo contrario y puede ser un repelente automático de hombres:  mostrarte  desesperada  y  en busca  de  pareja. 

“El desespero  es  el peor  enemigo de  esa  primera cita. En las  citas  a  ciegas   lo ves   mucho. Escuchas a  una  de las partes  hablando y proyectándose desesperada por  tener  una  pareja y  ahí  es que  viene  el  horror  que  ante  la  primera  palabra  linda  que  pronuncie  ese  hombre,  la mujer queda prendada porque   está  desesperada y  ni hablar  de  las  que rápido  hablan de formalizar”, menciona  la consejera  de pareja. 

En ese contexto de  mujeres  desesperadas caen las  que  andan  con  el traje  de  novia  en  el baúl y al primero que  conocen ya le  expresan  su  deseo de  casarse, lo que  ocasiona  que  el hombre  salga  huyendo.

Esto  le  sucedió a Vanessa Rivera, una joven que  tuvo  una  cita a  ciegas  con quien ella describe como el prospecto perfecto, pero  el joven la descartó  por  su desesperación.

“Recuerdo  que  me  acababa de  dejar  de  mi novio, con quien me  iba a  casar  y decidí tener  un blind date en medio  del despecho. Nos conectamos   por las redes sociales  y el tipo  me  gustó  cuando lo conocí, pero  ahora que  he madurado,  la verdad  es que se  espantó conmigo. Recuerdo que le dije  que  me  quería  casar,  que ya  tenía  el lugar  y que como el reloj  biológico apremiaba  quería  la parejita”, narra  la joven sobre  aquella fatídica cita a  ciegas.  

Por  último, la   especialista  en sexualidad indica que además  de  esos errores, existen otros “horrores” en una cita a ciegas como  intercambiar  fotos, ya que imagen que  envíes, deja de  ser  tu  propiedad. Pero el peor es el de tener  relaciones  sexuales esa  primera  vez  que  se  conocen.

 “El hombre suele preparar el camino en esa  primera cita  para  tener  una oportunidad sexual. Mi recomendación es nunca  tener  sexo  en la primera  cita. Nosotras somos  más  emocionales  y podemos  confundir el encuentro porque  involucramos  sentimientos  y  cometemos  el error”, concluye  Cintrón.