Se suele pensar que las actrices de películas pornográficas cuentan con una autoestima "dañada", pero un estudio expone que, en realidad, reportan un mejor autoconcepto, sentimientos más positivos y mayores niveles de espiritualidad que otras mujeres.

De acuerdo con la información reseñada en el portal LiveScience, una investigación anterior demostró que el público en general tiende a tener una opinión negativa respecto a las actrices de filmes eróticos. Suelen pensar que son mujeres con un trasfondo social disfuncional, por lo que son atraídas hacia esta industria por una baja autoestima, una historia de abuso sexual en la infancia u otros factores psicológicos.

Un grupo de investigadores se dedicó a investigar la veracidad de este estereotipo. Los investigadores encuestaron a 177 estrellas femeninas de películas pornográficas entre 18 y 50 años de edad. La edad promedio era de 26. El estudio giraba sobre su comportamiento sexual, el alcohol y el consumo de drogas, así como autoestima y calidad de vida.

En comparación con el grupo focal (que no se dedica a trabajar para estos filmes), las actrices porno mostraron ser más propensas a ser bisexuales (67 % frente a 7 %). También, confesaron haber tenido relaciones sexuales a una edad más temprana, más parejas sexuales en su vida (sin incluir los compañeros de reparto en su ambiente de trabajo) y disfrutar más del sexo.

Sin embargo, las actrices de filmes eróticos mostraron mayor propensión a haber padecido problemas con el alcohol, así como haber utilizado diez diferentes tipos de drogas en su vida. También, informaron sobre un mayor uso de la marihuana durante los últimos seis meses, en comparación con las otras mujeres. Además, compartieron mayor preocupación por contraer una enfermedad de transmisión sexual.

Marcada la diferencia

Los investigadores encontraron diferencias claves entre las otras mujeres del grupo focal y las actrices porno, que contradicen el estereotipo de personas con “autoestima dañada”. Las estrellas de la pornografía no tenían mayores probabilidades de haber sido víctimas de abuso sexual en la infancia, en comparación con el grupo control. Incluso, las actrices de filmes eróticos informaron significativamente mayor satisfacción sexual, sentimientos positivos, brindar mayor apoyo social y sentir más espiritualidad.

"En términos generales, las actrices de pornografía tenían puntuaciones más altas en varias dimensiones psicológicas y parecieron ser lo más saludables o sanas, que la muestra utilizada para comparar", expresaron los investigadores en un artículo publicado en “Journal of Sex Research”.

Los investigadores dijeron que las diferencias en cuanto a la espiritualidad pudieran estar asociadas con los altos niveles de satisfacción sexual de las estrellas porno, ya que investigaciones anteriores han encontrado una relación entre las dos áreas. A su vez, la alta satisfacción sexual de la actriz pudiera estar relacionada con el uso de la pornografía como medio para expresar su sexualidad, indicaron.

"Al ser capaces de hacerlo, su expresión sexual puede ser un reflejo de su sistema de creencias respecto a la sexualidad, y esa expresión puede estar relacionada con los sentimientos positivos elevados porque han encontrado una salida aceptable y un ambiente de apoyo en el que pueden hacer lo que les gusta hacer", mencionaron los investigadores, dirigidos por James D. Griffith, de la Universidad de Shippensburg en Pennsylvania.

Las actrices encuestadas en el estudio estaban involucradas con empresas de producción de pornografía, y se tomaron muestras a través de la Adult Industry Medical Healthcare Foundation en Los Ángeles (California). Los investigadores hicieron esta aclaración en vista de que muchas actrices de estos filmes cuentan con la posibilidad de trabajar a través de sus propios portales de Internet, por lo que los hallazgos no pueden extrapolarse a todas las artistas.

La investigación, además, no mencionó si existe intención alguna de realizar un estudio similar en actores de películas pornográficas y compararlos con el hombre de la población general.