Tom Hanks y Meg Ryan demostraron en 1998, en la película You’ve Got Mail, que se puede establecer una relación romántica por esa vía e, incluso, enamorarse.

Y aunque se trataba solo de ficción, la realidad no es tan distinta.

El resultado de un reciente estudio, publicado en la revista Computers in Human Behavior, demostró que los jóvenes, cuando se comunican con su pareja en el mundo virtual, son más románticos por correo electrónico que a través de mensajes de voz. 

“El resultado nos sorprendió. Esperábamos, por sentido común, que el correo electrónico sería más pobre para comunicar las emociones que el mensaje de voz”, dijo Taylor Wells, profesor de la Universidad del Estado de California, Sacramento, y uno de los investigadores a cargo del estudio.

Además de utilizar un vocabulario más efusivo y positivo en los mensajes enviados por correo electrónico, los participantes (universitarios) también mostraron respuestas emocionales más fuertes mientras los redactaban, como una mayor cantidad de expresiones faciales y manos transpiradas.

Los investigadores también pensaron que los jóvenes preferirían enviar mensajes de voz para temas más íntimos y correos para otros más utilitarios, pero no fue así.

En fechas especiales y para algunas situaciones puntuales, Makarena Kröger le envía correos electrónicos a su novio.   “En esas ocasiones prefiero el e-mail porque te permite ordenar mejor las ideas y decir cosas más profundas, que si las dices en voz alta, suenan más cursi y te dan más risa que emoción”.

La sorpresa de recibir uno de estos mensajes y su permanencia en el tiempo son otras de las razones para preferirlos. “Los puedes leer mil veces y ahí quedan guardados. Es bonito tenerlos como un recuerdo de un momento o sentimiento especial”, agrega.

“Quienes envían un correo electrónico pueden revisar y editar lo que escriben para así asegurarse de que el contenido y el tono sean los adecuados. En un mensaje de voz, se graba de una sola vez”, explica Wells. 

Advierte también que como el correo es un medio más frío, las personas recurren a un lenguaje más emocional para lidiar con esa limitación.

“El correo electrónico podría ser el equivalente a las antiguas cartas, cuya función es profundizar sentimientos e ideas respecto al otro o a la relación”, comenta Daniela Betcerra, sicóloga del Instituto Chileno de Terapia Familiar.

Facebook y WhatsApp son los medios que más utilizan los jóvenes hoy en día para comunicarse, dice Wells. Y, al ser escritos, los resultados del estudio también podrían aplicarse a ellos.

“El medio de comunicación que se utilice (una llamada, el correo, el chat o Facebook) dependerá del tipo de relación y etapa de mutuo conocimiento en el que se encuentre la pareja, siendo el encuentro cara a cara, con profundidad e intimidad, el momento al que se debería aspirar, promover y potenciar. Los demás son eficaces, pero graduales e incompletos”, opina la sicóloga.