Están claros de cuál es su norte: evitar que desaparezca la estampa de lo que fue el principal medio de transporte de caña hacia las centrales azucareras de Puerto Rico.

Es por esto que Iván Rodríguez, un teniente retirado de la Policía y su compadre David Rodríguez se han dedicado por los últimos dos años a construir carretas de bueyes.

Iván, quien antes de retirarse trabajó como escolta de los ex gobernadores Pedro Rosselló, Aníbal Acevedo Vilá y Sila María Calderón, tiene un taller en el barrio Palmar de Aguadilla, cerca de su residencia, donde se dedica a trabajar en madera y hierro para ensamblar carretas de bueyes.

“Yo soy ebanista y observé una carreta vieja de bueyes, le cogí las medidas y así comencé en esto de la artesanía de las carretas de bueyes”, recordó Iván al asegurar que lo más difícil es hacer las ruedas, que miden unas 54 pulgadas de diámetro.

Indicó que como en la región noroeste, desde San Germán hasta Camuy, hay muchos agricultores que todavía tienen yuntas de bueyes y muchos no tienen las carretas, se las presta para distintas actividades que se realizan, como la Quinta Caminata de Bueyes de la Montaña a la Costa que se realizó en Rincón.

“Mi papá era carretero, (persona que dirige los bueyes con su carga en la carreta) y yo me crié en ese ambiente. Siempre me gustaba todo esto y, cuando me retiré de la Policía, hago esto más para entretenerme que otra cosa, porque estas carretas no se venden. En todo caso las presto. Sólo hice una para un agricultor de Rincón”, explicó.

Sus carretas para yuntas de bueyes han participado en actividades como la Fiesta del Descubrimiento en Aguada, la Caminata de Bueyes de Rincón y una parranda que hace un grupo de ganaderos en el barrio Quebradas de Camuy, entre otras actividades.

“Lo que queremos es que la estampa típica del jíbaro agricultor puertorriqueño no desaparezca nunca de nuestras tradiciones de pueblo, para que las futuras generaciones conozcan lo que hicieron nuestros abuelos para sacar nuestras familias hacia adelante”, mencionó.

Localizar la madera, que debe ser capá sabano o capá prieto, no es fácil. La consigue cuando tumban árboles para dar paso a construcciones de carreteras o edificios. Con ella construye un cajón, dos ruedas y un palo en el medio, desde donde se coloca la yunta de bueyes.

“La primera carreta que hice me tomó cerca de un año, porque me tomó mucho tiempo. Lo más difícil es hacer la rueda, que eso no lo hace nadie, y las que quedan por ahí, tienen hasta un siglo”, puntualizó.