Si los problemas financieros se salieron del bolsillo y  llegaron hasta tu cama, es momento de que hables con tu pareja para  evitar que la dinámica sexual entre ambos se vea afectada.

Si a la crisis económica por la que atraviesa el País se suma una  mala planificación en el hogar, la comunicación entre la pareja no tardará en deteriorarse y, como  un efecto dominó, la intimidad podría sufrir las consecuencias.

“En los asuntos financieros hay muchos factores que se entrelazan, como la comunicación entre la pareja, la planificación, el manejo del presupuesto y quién asume la responsabilidad financiera mayor”, plantea la sicóloga Carmen Márquez, quien suma 30 años de experiencia en la práctica clínica.

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Si las cuentas no están claras y el presupuesto no cuadra, los integrantes de la pareja pueden experimentar miedo y ansiedad como resultado de la inestabilidad; esto a su vez puede desembocar en emociones destructivas y todo esto repercute en que al momento de ir a la cama no se tengan las condiciones emocionales necesarias para llevar la intimidad de forma plena.

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Según Márquez, es la mujer quien más enfrenta este tipo de situación. “El hombre es más racional, mientras que la mujer es más emocional. Eso ha quedado demostrado a través de estudios”, agrega.

¿Cuál es la clave? ¿Cuál es la forma adecuada de manejar la situación? Trabajar con la inteligencia emocional, esa capacidad que tenemos para manejar las emociones en la medida en que nos conozcamos a nosotros mismos. Hay factores en nuestro entorno -como la situación económica- que no siempre podemos controlar. Sin embargo, sí podemos decidir cómo reaccionamos ante ello. Tiene que ver también con la empatía, es decir, la capacidad que tenemos de ponernos en el lugar del otro. Y eso puede hacer la diferencia.

“La economía está mala, pero podemos sentirnos mejor si mantenemos pensamientos constructivos”, expone la sicóloga. “El primer paso es hablar y expresar los sentimientos. Hay que buscar alternativas para manejar la tensión que produce esa preocupación por los asuntos económicos”.

En síntesis, si reconocemos que la economía de la pareja está mala, y encima de eso mostramos sentimientos destructivos, nos desgastamos emocionalmente.

El objetivo de toda pareja debe ser seguir funcionando saludablemente en la intimidad a pesar de los problemas económicos. Y si conocemos nuestras emociones y la forma correcta de manejarlas, podemos dialogar con nuestra pareja y mantener el ambiente adecuado para que la dinámica sexual no se vea perjudicada.

El primer paso es dialogar. Luego hay que manejar saludablemente las emociones y si nada de esto resulta se debe buscar la ayuda de un profesional. Un sicólogo provee herramientas para lidiar con la ansiedad, frustración y demás emociones que pueden agravar el problema.

“Si se acumulan muchas emociones negativas, llega un punto en que ya no hay remedio. Ahora bien, si van a buscar ayuda profesional debe estar la pareja. Con uno solo de sus integrantes no funciona igual”, resume Márquez.