Comer menos dulces, hacer más ejercicios, cambiar el carro, comprar una casa... Todas estas y muchas más comúnmente figuran entre nuestras resoluciones para el Año Nuevo, pero ¿y qué hay con nuestra vida sexual en pareja? ¿Es tan plena, desinhibida, placentera y divertida como debería o, aferrados a nuestras costumbres, prejuicios y temores, seguimos teniendo sexo, como quien dice, en “piloto automático”?

La doctora Alicia Fernández, quien es sexóloga –con especialidad en psicología, educación, anatomía y fisiología humana, además de perita forense–, sugiere que, conjuntamente con nuestros planes futuros para una sana convivencia en el año que está por comenzar, aprovechemos para comprometernos con nosotros mismos, dedicándole a nuestra sexualidad el tiempo y la consideración que se merece.

Para ayudarnos a alcanzar estas metas, la experta comparte con todos sus principales consejos para una vida sexual de primera para nosotros y para nuestras parejas.

Programa tu reloj sexual  

La sexóloga Alicia Fernández explica que “la forma en que le dedicas  tiempo a tu vida sexual es importante para ti y para tu pareja. La rutina es el enemigo #1 del placer y la satisfacción sexual”. 

Tómense su tiempo. No deben existir apuros a la hora de hacer el amor.  Claro que, de vez en cuando, tenemos que aceptar un quickie porque no siempre vamos a tener media hora disponible. De hecho, los quickies pueden ser hasta divertidos, precisamente, por las circunstancias que casi siempre los rodean –vamos a llegar tarde al trabajo, los nenes están por llegar de la escuela, etc.–, pero no deben ser la norma.

Establezcan sus prioridades. No dejen sus encuentros amorosos siempre para lo último, al final del día, como un resuelve. Pasen juntos al menos 10 minutos al día, solos, unidos y amándose. “La coordinación de ese reloj sexual les dará a sus encuentros la importancia que merecen”.

Planificatu sitio para tener el amor 

Como parte de su rutina, la mayoría tiene sus encuentros casi siempre  dentro del mismo ambiente. Por otro lado, para muchos, la cama se ha convertido exclusivamente en símbolo de descanso en vez de placer sexual, contrario a lo que sucede al inicio de las relaciones, cuando el lecho nupcial representa, primordialmente, el lugar para hacer el amor en vez de para dormir. Lo que sucede es que, con el paso del tiempo, las obligaciones y el cansancio del día hacen que se vaya perdiendo ese otro significado tan importante.

¡Rompan con el aburrimiento!  Cambien los lugares de sus encuentros sexuales. Consideren la ducha o la bañera, la cocina o  la sala. Y no descarten la piscina de la casa o  algún otro lugar  en exteriores –que sea seguro y donde no vayan a infringir la ley–,  para añadir un toque de sorpresa y picardía. Eso hace que aflore el deseo de estar juntos y que aumente la expectativa en vísperas de esa unión tan íntima.

Mejora tu autoestima sexual

La doctora Fernández lamenta que la publicidad comercial nos diga “que las modelos esbeltas con enormes caderas, glúteos y senos son los iconos más deseables para los varones”. Sin embargo, la realidad es que, al momento de compartir la sexualidad, la gente se enfoca más en el placer, en la comunicación sexual con su pareja y en la transferencia amorosa –cuánto el otro está disfrutando del encuentro sexual–  que en la admiración corporal.

 No hay que olvidar,  enfatiza Fernández, que el amor  permanece y la pasión perdura si sabemos cultivar ambas cosas. El cuerpo va a cambiar porque es ley de vida “y puede ser transformado por muchas circunstancias. Lo que realmente vale es lo que internamente somos y lo que sepamos hacer con lo que tenemos”.

Acéptate como eres.  “La seguridad en uno mismo,  con respecto a su autoestima como ser humano”, menciona la sexóloga, “es lo que nos va a dar el éxito o el fracaso en la relación amorosa. Aprende a vivir y a manifestar tu sexualidad irrespectivamente de los chichos o la celulitis”.

Desarrolla tu libertad sexual. Eso te dará la confianza necesaria y te permitirá exigir lo que  tú entiendas que te complace y te satisface en el plano sexual. 

Capacítate en el área  de sexamar

“Nunca nadie nos enseñó –sobre todo, a las mujeres– cómo tener la sexualidad con nuestra pareja. Todo ha sido por medio de ensayos y errores”, analiza Fernández. 

Adiéstrate en el arte de la sexualidad.  Aprovecha que tienes pareja para hacerlo en conjunto. Aprendan juntos, mejoren  juntos, desarrollen la empatía sexual juntos, pero siempre teniendo en cuenta “que cada uno es responsable de buscar y provocar su propia satisfacción sexual, la cual no está 100% en las manos del otro”, reflexiona la experta. “Está comprobado que desarrolla más las técnicas amatorias aquella persona que practica más la sexualidad en pareja, que en solitario”, acota.

Practiquen juegos sexuales.  “Son el condimento que le ponemos a la relación”, observa la sexóloga. Por ejemplo, los juguetes sexuales, los masajes eróticos y las películas ayudan a que esa energía erótica vaya incrementando.

Resuelvan  los conflictos sexuales 

Sobre esto, advierte Fernández: “Las frustraciones y problemas en la sexualidad que venimos arrastrando  de nuestro pasado pueden ser una limitación para disfrutar la sexualidad en el presente y en pareja. Algunos conflictos pueden ser: abusos o maltratos sexuales, conflictos con parejas anteriores, etc.

Dialoguen.  Hablen con sinceridad y sin tapujos  acerca de esos conflictos sexuales en pareja y, de ser necesario, busquen ayuda profesional para resolverlos.

Establezcan límites apropiados y saludables con sus familiares.  Como pareja, ambos deben valorar y honrar su privacidad e individualidad  y no permitir que la familia se entrometa ni que esté muy presente en su diario vivir. Esto tiene que hacerse desde el principio de la relación porque es causa de muchos rompimientos de pareja. El temor de que todos se enteren de las dificultades que podemos estar confrontando y que intervengan sin nuestro permiso poco a poco apaga la llama de la pasión.

Practiquen la sexocomunicación

“La comunicación entre la pareja relacionada con su sexualidad es sumamente importante”, afirma la sexóloga.

Hablen de sexo.  “Se tiene que hablar de sexo, de sus inquietudes, de sus dudas, de sus deseos más íntimos y de las sugerencias que cada cual ofrece para mejorar sus encuentros sexuales. Esa comunicación no es solo verbal, sino que también es no verbal y debe ser afectiva y asertiva para que sea efectiva. Cuando nos unimos en pareja, vamos  a encontrar la ruta más adecuada para crecer y tener esa satisfacción mutua que anhelamos y merecemos”.

Cuida tu salud

Busca el tiempo para mejorarte en todos los aspectos. No se trata, meramente, de perder peso o  combatir la flacidez. Tiene que ver con la totalidad de la persona y la salud es un componente mayor que influencia grandemente nuestra seguridad.  

La prioridad de todo ser humano tiene que ser su salud porque  sin salud no se puede nada.  Programa  tus exámenes rutinarios, haz ejercicio físico y lleva una  dieta adecuada.

Desarrolla la tolerancia y la aceptación.  Nuestra pareja puede enfrentar  alguna situación particular con respecto a su salud y/o su apariencia física y debemos tener la tolerancia para apoyarla por lo que esté pasando y aceptarla cuando haya cosas que no están en sus manos. Por ejemplo, una mujer puede perder un seno, un hombre puede perder un testículo  o  desarrollar alguna condición  emocional o mental, etc.

Compartan sus sueños

Compartir metas con nuestra pareja solidifica la unión.

Conviertan sus planes futuros en una lucha conjunta por apoyar y motivar al otro para que cada día ambos sean mejores personas. “Esa es la actitud a asumir para alcanzar  una excelente relación sexual y es la mejor forma de aprender a sexamar”, concluyó la experta.