Incentivar la pasión a través de ropa interior seductora jamás pasa de moda. Las posibilidades de lograr un encuentro sexual inolvidable se intensifican, así como las emociones y el deseo por complacer a la pareja.

Por fortuna, se trata de un estimulante sexual superaccesible en vista de que los estilos abundan para cada gusto y cada silueta. Sin embargo, no toda pareja tiene en cuenta lo mucho que puede aportar esta prenda de seducción en una relación. De ahí que nunca está de más repasar el poder afrodisiaco que puede encerrar una simple pieza de lencería.

“La mejor vestimenta que excita inmediatamente al hombre es la piel de la mujer completamente desnuda”, señala con énfasis la sexóloga Alicia Fernández. Ahora bien, las prendas íntimas “son piezas claves muy recomendadas como técnica erotológica, con el propósito de provocar, estimular, insinuar, excitar y dejar ver claramente el deseo de un encuentro sexual entre la persona que la utilice y su pareja, o ambos”, especifica.

“Esta ropa que es sensual, provocativa, forma parte de la variedad de técnicas que deben utilizarse para mantener viva la llama de la pasión y evitar caer en la monotonía”, añade la doctora, quien trabaja para la Clínica de Sexualidad Humana. Claro, por lo general, “el uso de estas piezas va acompañado de movimientos y miradas insinuadoras, y de comunicación verbal y no verbal. Se involucran todos los sentidos”.

Cabe mencionar que con el pasar de los años “se ha evolucionado mucho, ya que la mujer se ha apoderado de su sexualidad, desarrollando una mentalidad más abierta consigo misma y en el compartir con su pareja”. Pero no toda persona se siente cómoda con la idea de integrar este tipo de dinámica en un encuentro íntimo. “La educación sexual, el tipo de crianza, la cultura, los aspectos religiosos son algunos de los criterios importantes que van a permitir o no el uso de esta técnica erotológica”, analiza quien es también presidenta de Aspects (Asociación Puertorriqueña de Educación, Consejería y Terapia Sexual).

Ellos también seducen

El rol de seducción con esta indumentaria no es exclusivo de la mujer. “Ambos miembros de la pareja son responsables de buscar variedad de formas y maneras para mantener la llama de la pasión encendida”, advierte Fernández. “El varón forma parte integral en el mantenimiento de esa relación de pareja y tiene la misma responsabilidad que la mujer de trabajar y poner todo su empeño en esa intimidad y en la variedad de actividades para que la llama de la pasión se mantenga”. Además, para el hombre, “también existe ropa interior diversa que promueve la sensualidad y el despertar del deseo de intimar con su pareja”, aclara.

¡Atrévete!

Estás en un error si piensas que esta moda seductora es exclusiva para las que tienen una silueta similar a la de las modelos de revista. “Es para todas las mujeres que están seguras de sí mismas, tengan su autoestima en alto”, menciona con marcado énfasis la sexóloga. “Solo debe tener en mente que para cada figura hay estilos de ropa. Nadie puede dejarse llevar por las promociones mediáticas porque esas personas que utilizan en los anuncios son modelos y no son necesariamente nuestra realidad de vida porque todos somos diferentes”.

Del mismo modo, es incorrecto creer que esta dinámica es solo para parejas jóvenes. “Ciertamente, la sexualidad va evolucionando junto con la etapa de desarrollo, el tiempo de convivencia en que se encuentra esa pareja”. Ahora bien, “la sexualidad se va a manifestar en el ser humano siempre, desde que se nace hasta que se muere, y su práctica será tan vívida y erótica como así la persona se sienta”, menciona. Claro, hay que tener en cuenta que “las piezas de ropa utilizadas deben ser acordes a etapa de desarrollo y la anatomía física”.

No te confundas

Si bien el uso de lencería contribuye a una vida íntima excitante, “se tiene que tener claro que esta no es la única forma de mantener viva la llama de la pasión. Hay muchas otras maneras, sobre todo el uso de la creatividad entre los miembros de la pareja”, advierte la sexóloga. Y añade que “el ciclo de la respuesta sexual comienza por esa excitación que se provocan ambos miembros de la pareja”. El no darle importancia a este aspecto promueve que uno o ambos miembros de la relación “no alcancen la satisfacción sexual, lo que poco a poco hace que se desee sexualmente menos a esa persona y que los encuentros íntimos se dispersen paulatinamente hasta que comiencen los problemas y hasta posiblemente una separación de la pareja”.