Eso de que la gente cada vez piensa menos en casarse parece que es una realidad que no vislumbra cambios. El descenso en matrimonios que se ha reportado  en los últimos años en Estados Unidos reflejó su máximo en el 2012 cuando, según el Censo y el análisis del Pew Research Center (PRC), uno de cada cinco adultos mayor de 25 años nunca había estado casado.

En 1960, solamente una de cada diez personas de 25 años o más no había contraído matrimonio.

El alza en la ausencia de casamientos es atribuida a múltiples factores que van desde que la gente espera  para hacerlo más tarde en la vida hasta la predilección por cohabitar sin que medie el proceso legal para validar la unión. En la actualidad, la media para el primer matrimonio es a los 27 para las mujeres y a los 29 para los hombres.

En la segmentación que hace el PRC por grupos étnicos, los  negros encabezan la tabla con un 36 por ciento que a los 25 sigue sin casarse. Los hispanos tampoco se quedan atrás, con un 26 por ciento. De las personas de raza blanca, apenas un 16 por ciento no había contraído nupcias.

En otra encuesta del PRC se indagó sobre la importancia que la sociedad le daba al matrimonio y a la crianza de hijos e hijas. El 46 por ciento señaló que la sociedad está mejor si la gente tiene como prioridad el matrimonio y los hijos, y un 50 por ciento escogió como respuesta que la sociedad también está bien si los ciudadanos tienen otras prioridades que no sean pareja y descendencia.

Pero, aún con esa visión, todavía una mayoría de un 68 por ciento de los estadounidenses entiende que si una pareja piensa vivir su vida juntas, lo mejor es casarse.