Esta semana la Agencia Federal de Medicamentos (FDA) aprobó la venta del medicamento Addyi, también llamado como el "viagra femenino", un fármaco que a juicio de la sexóloga Carmita Laboy no ataca el verdadero problema de la falta de apetito sexual en las mujeres el cual radica en la mente.

Así opinó la experta sobre el medicamento no hormonal,  cuya función principal es aumentar la dopamina y la norepinefrina, sustancias químicas que actúan en el líbido de las mujeres y en su deseo sexual. De hecho, la FDA aprobó Addye -producida por Sprout Pharmaceuticals- para las mujeres que padecen "desorden sexual hipoactivo adquirido (TDSH)" y que aún no han llegado a la menopausea. Se supone que el medicamento - el cual tiene efectos secundarios como mareos, náuseas y somnolencia- esté en el mercado a partir de octubre mediante receta médica.

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"Insisto en decir que el 95% de ese deseo sexual está en el pensamiento. Lo explico en mi libro Acto Sexual, una experiencia cognitiva cíclica, donde evidencio la función de ciertas áreas y químicos del cerebro totalmente involucrados en esa conducta sexual y en las fases de dicho ciclo sexual: deseo, excitación y orgasmos", dijo Laboy, quien por más de una década ha investigado y tratado trastornos y conductas sexuales de hombres y mujeres, particularmente los relacionados con la disfunción orgásmica.

La sexóloga está convencida que la mejor forma de aumentar los neurotransmisores encargados de elevar el deseo sexual es de una forma natural mediante la terapia sexual con un experto.

"Lástima que se insiste tanto en medicalizar el sexo. Lástima, también, que la gente prefiere tomar cualquier cosa antes de arrancar el problema de raíz. Un problema que no está en la cama, sino que se lleva a la cama y que tiene que ver con cinco aspectos primordiales: pensamiento, emoción, conducta, aspectos fisiológicos y espirituales", opinó.

Según Laboy, quien se encuentra en México como parte de su gira 150K+ Millas de Educación y Salud Sexual, la psicoterapia sexual consta de dos pasos: reestructurar el pensamiento y modificar la conducta.

"La recompensa es salir del estancamiento y en adelante disfrutar una vida sexual plena y satisfactoria, con o sin pareja. Y deleitarse en una experiencia sexual, digna de repetir", acotó quien recomienda a sus pacientes el ejercicio, los masajes y las actividades innovadoras para crear dopamina.

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