La mente está hecha para pensar y si tiene mucha actividad es porque entonces está haciendo lo que sabe hacer. Podemos en ese caso decir que la creatividad está en su apogeo. Recordemos que la creatividad comienza en el pensamiento siempre. Ahora bien, a veces los pensamientos pasan tan rápido que uno y otro interfieren en nuestro enfoque por lo que se nos escapan los que verdaderamente valen la pena.  De ahí viene la falta de memoria, de concentración, la indecisión, la mala toma de decisiones, el error en el discernimiento y hasta ilogicidades en donde nos vemos apresados en la cotidianidad y en los patrones que re-vivenciamos a lo largo de la vida.

En estos momentos históricos en donde sufrimos de mucha actividad mental tanto por la mucha estimulación que recibe el cerebro diariamente como por como nuestra especie ha venido evolucionando, podemos acercarnos a la mente de una manera efectiva para lograr mayor claridad. Al aclarar los pensamientos se puede entonces disfrutar de una agileza mental que promueve el progreso para nosotros.  En gran medida la inteligencia tiene que ver con la claridad mental: mientras más claridad más inteligencia. Es entonces que los problemas pueden solucionarse, se puede ver la perspectiva de todo, se escoge adecuadamente, se toman decisiones a tono con quien se es, hay congruencia en el pensar y en el hacer y se vive más tranquilamente. Tener claridad mental trae consigo una mejor salud emocional puesto a que el drama se queda distante de nosotros; este en uno de los mayores beneficios.

El primer paso para aclarar los pensamientos es aceptar los pensamientos que se tiene. En otras palabras, hay que dejar la guerra mental. Si surge el sentimiento de frustración por los pensamientos que se tienen, pues también hay que aceptarla. Dentro de la aceptación también hay que saber que nunca (al menos en vida) se logra tener la mente acallada totalmente o sin ningún pensamiento. O sea que siempre el ruido mental está y ello es sinónimo de vida.

Luego de la aceptación, se requiere apertura para el cambio. El camino a la claridad mental comienza con desearlo. Al volvernos receptivos ante este pensamiento la mente acoge la idea como parte de sí. Declara y afirma verbal y no verbalmente que tienes una mente clara.

Aquí algunas prácticas que pueden ayudarte a aclarar los pensamientos. Al realizar uno o cada uno de ellos, la respuesta automática en nuestra mente es de claridad:

- Lleva un log o bitácora de los pensamientos que te inquietan. Al sacarlos de tu cuerpo y mente los puedes ver claramente.

- Imagina como tus pensamientos pasan como nubes al frente de ti. Los que te llamen la atención mientras haces este ejercicio son los que te brindan información clara.

- Respira profundamente cuando te sientas abrumando por los pensamientos. Particularmente enfoca en la exhalación larga y lenta para sacar la ansiedad que generan los pensamientos y ganar tranquilidad y claridad.

- Has listas de cosas o tareas por hacer y realízalas. Así tu memoria de trabajo queda libre y desintoxicada de todas las cosas por hacer.

- Cuando venga la ola de pensamientos repite la palabra “AHORA” para así volver al presente. El presente es donde hay luz en los pensamientos.

- Pregúntate frecuentemente: ¿qué tengo en mente? Y lo que venga es tu claridad.