Estos recientes sucesos naturales nos hablan de lo que ocurre en lo más profundo del planeta. También nos hablan de su proceso de transformación y del cambio necesario en la humanidad.

La buena noticia es que hay esperanza para cambiar el destino. Tanto la astrología antigua egipcia, los mayas y la astrología moderna coinciden en que ahora mismo estamos, como planeta, en un proceso de transición. Es una transición hacia mayor amor, luminosidad, y hermandad. Sin embargo, para llegar a esa luz hay que pasar por la oscuridad. Esto lo que quiere decir es que las dualidades se acentúan. Habrá conflicto. Se activan las confrontaciones entre el bien y el mal. Es de esperarse, los desastres naturales que nos traen limpieza profunda. Y todos los sucesos inexplicables, dolorosos y transformadores a los que individualmente estamos sometidos en esta época astrológica.

Al mismo tiempo, cuando como hermanos nos levantamos ante la adversidad, podemos lograr ir por encima de los obstáculos y de lo negativo. Así dijeron los mayas que se podía evitar el fin de mundo. Ellos concluyeron que a través de los pensamientos y las intenciones de todos unidos podíamos avanzar en el proceso de cambio hacia la era de mayor amor y hermandad. El tiempo nos favorece.

Se necesita que cada uno ponga de su parte en este proceso de transformación. La solidaridad y empatía deben ser los sentimientos con los que se puede ayudar. Además, se debe asumir la actitud de progreso en todos los sentidos.

Son muchas cosas las que se pueden hacer, pero lo más importante es poner tu intención en la paz y en la armonía ahora. Es momento de bajar la intensidad de la angustia, la ansiedad, la frustración y el desamor. 

Empieza desde donde te encuentres:

* Repítete: “Yo soy paz. Mi entorno es paz. El mundo es paz”, cuantas veces puedas en el día.

* Ten tu vela blanca encendida por las noches para que esa luz ilumine las mentes de los gobiernos, las instituciones, las organizaciones y los individuos.

* Visualiza el nombre del planeta Tierra en el color rosa, para que así el amor transmute toda la energía negativa del planeta.

* Cuando te sientas contento o con mucho amor por dentro, envía esas sensaciones a la Tierra. El planeta entero lo necesita.

Es tan sencillo. Pon tu granito de arena para elevar la energía del planeta. Esto es algo que nos involucra a todos. Luchemos por la vida del planeta entero. ¡Seamos paz!