La idea del ‘mindfulness’ o la consciencia plena se ha vuelto muy popular tanto en la literatura científica de la neurofisiología y la psicología clínica cómo en la psicología popular. En ambas vertientes se ha demostrado una y otra vez los beneficios de la práctica del ‘mindfulness’. En resumen, a través de la misma se puede tener mejor concentración, tener un mejor manejo emocional, tener pensamientos de mejor calidad, lograr una mejor y más efectiva comunicación interpersonal e intrapersonal. Vivir una vida ‘mindful’ se ha encontrado mejora la calidad de vida en todos los aspectos.

El reto es lograr vivir más conscientes cada día dentro del caos que puede traer la cotidianidad. Para muchos se vuelve una especie de reprogramación cognitiva y conductual. Esta reprogramación solo se logra creando una práctica constante para estar ‘mindful’ más tiempo cada día. Una forma de lograrlo es la meditación pero para quienes la meditación les sea un mayor reto les comparto lo que es el ‘mindfulness’ es mucho más que eso. Es una actitud y un abordaje de vida. 

Para integrar el ‘mindfulness’ a la vida diaria se debe tener en mente los siguientes principios básicos:

1. Estar plenamente en el presente.

2. Observar sin juicio ni apego los pensamientos e ideas.

3. Practicar el respeto, la solidaridad y el ser amable porque sí.

Una de las claves para estar completamente presentes es ayudar a nuestra mente a estar libres de distractores. En cada oportunidad o cuando estemos haciendo algo podemos enfocar nuestra atención únicamente en lo que se está haciendo. También se puede repetir palabras como “ahora” y “yo soy” para estimular el re enfoque en el presente. En momentos podemos utilizar el propio espacio para estimular la atención: nos podemos poner a describir cada detalle del espacio o la circunstancia para así volvernos presentes.

Por otro lado, el observar sin juicio ni apego es simplemente mantener nuestro curso de pensamiento lo más simple posible. Es ver los hechos sin interpretaciones. Incluso es observar las reacciones de nuestro cuerpo sin reaccionar en torno a ello. Cuando uno no enjuicia se realiza lo que se siente corporalmente sin pasar a mayores. Por ejemplo, alguien puede comunicar un mensaje  que genera una sensación de rechazo y coraje en nuestro cuerpo. La sensación es el hecho. Lo que no debemos hacer es interpretar que el otro nos rechaza o que nos quiere hacer enojar. Más bien es solo quedarse con el hecho de que se siente rechazo y coraje. De ahí se puede decidir compartirlo en la comunicación interpersonal o tomarlo como información intrapersonal. El observar sin juicio es desmontarse de las películas mentales. Es liberarse de asumir esto o aquello. Es no tomar nada personal y verlo todo como cosas que ocurren sin estar ligadas intrínsecamente al Yo. Es así que se puede estar plenamente en el presente de lo que ocurre a nuestro alrededor y dentro de nuestra mente y organismo.

Por último, el respeto, la solidaridad y la amabilidad debe ser la meta máxima de nuestro presente tanto con los otros como con uno mismo. Estas cualidades hacen que no queramos escapar pues recibir el bien y hacer el bien nos regala un estado de bienestar en el que se quiere estar en todo momento. Tener mejores pensamientos en el dialogo interno nos permite estar más presentes y viceversa. Parte del ‘mindfulness’ es lograr esta calma.

Los invitos a practicar estos 3 principios básicos del ‘mindfulness’ en la vida diaria para obtener los beneficios de esta forma de vida. A la vez, volverse agentes precursores para que más y más gente viva desde esa consciencia plena del presente.

Es de esta manera que mejoramos personalmente y colectivamente.