Las relaciones interpersonales y mercurio retrógrado
Prepárate y saca de la lista de pendientes todo lo que pueda generar conflicto a nivel interpersonal.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Mercurio es el planeta de las comunicaciones, la creatividad, los documentos legales, la tecnología, los medios de transporte y de nuestra relación con el dinero. Cada vez que va hacia atrás en la órbita, que es cada 3 o 4 veces al año, se le llama tránsito retrógrado, porque va yendo grado tras grado en su camino hacia atrás.
Astrológicamente, se vela este tránsito y sus efectos cada vez que ocurre porque a nivel general y particular se trastoca la cotidianidad. El próximo tránsito de Mercurio Retrógrado comienza a partir del 12 de agosto y estará presente hasta el 5 de septiembre.
Mientras Mercurio Retrógrado está presente ocurren contratiempos, dificultades e irritabilidades. Particularmente, las relaciones interpersonales se ven afectadas. Cuando comienza el tránsito ahora en agosto, Mercurio está en la constelación de Virgo y en su camino hacia atrás llega a Leo. Esto hace que se tengan visiones encontradas en cuanto lo que se quiere y que estemos impacientes e intolerantes con lo que no nos gusta o funciona, lo que puede propiciar malestar en nuestras relaciones.
Con la energía de Virgo-Leo en este tránsito, el sentido de autonomía e independencia se trastoca, por lo que estaremos muy pendientes de cuánto aporta a nuestro bien cada relación interpersonal. Por otro lado, en el exterior estaremos en busca de la perfección; las expectativas hacia los demás estarán en su máximo esplendor.
Toda la carga emocional e interpersonal que trae este tránsito de Mercurio Retrógrado es importante manejarla para evitar que nuestras relaciones interpersonales se rompan o queden trastocadas para siempre como resultado de este tránsito. Por eso debes saber y poner en práctica lo siguiente tanto antes como durante este periodo.
¿Qué debes hacer en torno a tus relaciones interpersonales antes de que comience el tránsito de Mercurio Retrógrado?
- Aclarar planes en conjunto (principalmente, los que ocurrirán durante las tres semanas del tránsito planetario).
- Tocar temas profundos que estén pendientes.
- Expresar todo el afecto que se siente hacia esa persona.
- Validar preocupaciones y discutirlas.
- Mostrar disposición e interés en torno a la relación.
- Resolver cualquier asunto económico con la persona (saldar deudas, plan de pago, presupuesto, visión financiera a largo plazo, etc.).
- Desarrollar un plan de compromiso y manejo de incomodidades mientras esté Mercurio Retrógrado.
La idea es prepararse y sacar de la lista de pendientes todo lo que pueda generar conflicto a nivel interpersonal. Si por alguna razón, la otra persona no está dispuesta o disponible para esta preparación es necesario llevar a cabo esto por cuenta propia. Es de mucha utilidad resolver y tener un esquema de solución en nuestra mente antes de que llegue Mercurio Retrógrado.
Una vez llega Mercurio Retrógrado, esto es lo que se debe hacer en las relaciones interpersonales:
- Mantén la calma en todo momento.
- Antes de hablar, pregunta si la otra parte está lista para hablar. Si no lo está, mejor espera.
- Valida tus emociones y la de los demás.
- Enfrenta el miedo en conjunto. Ponle palabras y sácalo del sistema en compañía, aunque el miedo gire en torno a esa misma persona.
- Expresa tu gratitud.
- Busca feedback cuando tengas coraje para así evitar explotar con lo que te molesta.
- Asume la soledad. Los momentos de soledad son importantes en este periodo para poner en orden tus sentimientos.
- En todo momento integra la oración del ho’oponopono. Di en tu mente: “lo siento, por favor perdóname, te amo, gracias”. En especial, repítelo mientras estás en alguna interacción difícil. Esto va a mejorar la energía a tu alrededor y en tus relaciones.
OJO: Que no te sorprenda la pérdida de alguna relación como resultado de Mercurio Retrógrado. Si una relación se rompe o queda muy herida durante este tránsito es porque en definitiva no tenía porque ser. Lo mejor, entonces, era que ya no fuese parte de tu vida.