Dentro del conocimiento new age, la física cuántica, la física tradicional y la psicología nos llega la información acerca de que los pensamientos crean nuestra realidad. De modo que si tenemos pensamientos positivos, pues tendremos una vida positiva. Ahora bien, esto no se queda ahí. El que solo piensa positivamente no necesariamente vive de forma positiva. ¿Por qué? Porque para tener una vida buena se necesitan tres cosas. ¿Cuáles son? Pensar, actuar y sentir positivamente. Si combinamos estas tres vertientes veremos los resultados. Tendremos una buena vida.

Hay momentos en los que no tan solo hay que pensar positivo, sino que hay que actuar positivamente. Muchas veces el debate entre pensar y actuar positivamente radica en establecer qué nos brinda bienestar real a nosotros, primeramente. Esta es la clave entre liberarnos y estancarnos. Para los que creen en el karma, al hacer estas dos cosas a la vez, el karma negativo se transmuta y se acumula el bueno. Llevándonos al punto de la iluminación.

La complementación entre pensar y actuar positivamente se logra cuando somos consecuentes. Es decir, decimos y hacemos lo mismo. En ocasiones, esto se nos dificulta cuando tratamos asuntos propios. Por ejemplo, pensamos que merecemos una pareja ideal con todas las cualidades que envisionamos, pero estamos teniendo encuentros con una expareja que no cumple con esos requisitos. Aquí ocurre un bloqueo energético y emocional, donde no importa cuán firmemente pensemos positivamente, la acción de traer este pensamiento a la realidad no va a ocurrir. Esto por el simple hecho de que estamos llevando a cabo una acción que va en contra de la acción positiva que queremos recibir.

Por el lado del sentir positivamente, se trata de sentir lo que se siente. Mientras más genuino se es con el sentir, más congruencia con el pensar y el actuar. Tengamos presente siempre que el cuerpo nos da la información de todo lo que nos hace bien y también de lo que nos hace mal. Al tener conexión con ello, podemos ser genuinos en ese pensar y actuar positivo. Si no nos engañamos a nosotros mismos. Hay que salir del autoengaño para poder pensar, actuar y sentir positivamente.

¿Cómo se logra pensar, sentir y actuar positivamente? A continuación les ofrezco una guía de cómo lograr esta integración rápidamente. Para comenzar, debemos ser estructurados. A medida que vayamos practicando, el pensar, el sentir y actuar positivamente se volverá algo natural. Conllevará el menor esfuerzo. Pero, empecemos con esto:

1. Hacer una lista de los pensamientos positivos que deseas impregnar a tu vida.

2. Darle a cada pensamiento una acción positiva que lo represente.

3. Hacer lo mismo con las emociones. Hagamos una lista de las emociones positivas que deseas impregnar en tu vida y parearlo con una acción o momento en tu vida que lo represente.

4. Llevar un diario de los pensamientos y las acciones positivas realizadas congruentemente.

5. Hacer ajustes si son necesarios entre las acciones y los pensamientos.

6. Compartir este proyecto con al menos una persona.

7. Notar las emociones y las sensaciones en el cuerpo luego de pensar y actuar positivamente.

8. Acentuar estas emociones y sensaciones aún en los momentos en donde no se esté realizando un pensamiento y/o una acción positiva.

9. Llevar a cabo esta estructura por, al menos, 21 días consecutivos.