Este el tiempo que nos ha tocado pasar juntos podría, si así lo decidimos, ser una oportunidad. ¿Oportunidad de qué? De ver en qué áreas de nuestras vidas nos hace falta inyectar luz y sabiduría. Un buen momento para observar nuestras reacciones y querer transformar algunas. Y algunos mientras leen esto dirán “¡pero si la cosa está tan mala, sin luz!”. Y así mismo miramos al lado y otros que tienen menos, nos dan lecciones con su actitud positiva ante la adversidad. No gente, no está mala, es excelente oportunidad para hacer las cosas como antes no se habían hecho y para crear en nosotros actitudes nuevas que tal vez han sido necesarias desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, la adaptación.

Como humanos tenemos la costumbre de querer controlar lo que a veces es incontrolable. Lo único que podemos controlar o cambiar es a nosotros mismos. Al adaptarnos a cualquier situación o cambio inmediatamente ocurre algo dentro de nosotros mismos que nos da poder y nos permite mirar la salida al problema o nuevas y creativas maneras para encararlo, cambiando así la rutina de quedarnos en la queja o estáticos y sin flexibilidad haciendo el proceso más incómodo.

Hay prácticas para mantener una mente flexible así como ir soltando la rigidez del cuerpo y de nuestro pensar. Ayudar a otros en oración, en escucharles, en darles lo que podemos es imperativo en el quehacer de la adaptación y de comenzar a generar nuevas y buenas experiencias. Disciplinas como yoga, pilates, caminar y la respiración constante y fluida, además de una alimentación adecuada nos permite vivir en más flexibilidad para adaptarnos al presente. La risa ayuda enormemente, ríete.

Luchar con lo que no se puede cambiar puede ser muy agotador y frustrante. ¿Han visto cómo las bandas elásticas se rompen cuando se estiran y no se dejan flexibles? Entonces, no nos quebrantemos por resistencia a flexibilizarnos.

Día a día decidamos adaptarnos, porque en la adaptación crece la tolerancia, la creatividad y el amor. ¡Inténtalo!

Sugerencias:

1. Intenta ver cada reto como una oportunidad para ser tu mejor versión y no como algo negativo que te empuja a actuar negativo o reaccionar.

2. Haz lista de agradecimientos a diario.

3. Cuida de lo que tienes como si mañana lo pudieras perder. Así no caes en rutinas.

4. Da lo mejor en todo lo que hagas y si no, acepta cuando no lo has hecho y sigue adelante en el intento.

5. Sé proactivo en tus acciones diarias.

6. Para ser feliz, da Lo Mejor de Ti.