Lo conocemos como Karma. Es tan sencillo como acción o si hablamos de causa y efecto (la causa).  Toda causa o acción trae una consecuencia que puede ser negativa o positiva dependiendo de la energía que se ponga en movimiento. Es posible que dentro de nuestro proceso evolutivo tengamos que lidiar con sentimientos negativos como el rencor, el egoísmo, la avaricia, o la envidia. 

La mejor manera de emprender buenas causas es cambiando nuestra manera de pensar, encontrar nuevas perspectivas y así lo que sentimos se renueva. En lugar de sentimientos o pensamientos que nos detienen o no nos permite ser nuestra mejor versión, pongamos pensamientos positivos en nuestra mente, y así seguramente se lograrán resultados positivos más a menudo.

“La ley del karma es un ejemplo especial de la ley de causa y efecto que establece que nuestras acciones físicas, verbales y mentales son causas, y nuestras experiencias son sus efectos. La ley del karma enseña por qué cada individuo posee una disposición mental, una apariencia física y unas experiencias únicas. Estas son los efectos de las incontables acciones que cada uno ha realizado en el pasado. 

Puesto que no hay dos personas que hayan realizado las mismas acciones en vidas pasadas, nadie puede tener los mismos estados mentales, experiencias y apariencia física que otro. Cada ser posee su propio karma individual. Algunas personas disfrutan de buena salud y otras sufren enfermedades sin cesar. Algunas siempre están alegres y se conforman con poco, mientras que otras suelen estar de mal humor y nunca están satisfechas. Algunas personas entienden con facilidad el significado de las enseñanzas espirituales, pero otras las encuentran difíciles y oscuras”.

La palabra karma significa "acción" y se refiere principalmente a nuestras acciones físicas, verbales y mentales. Las acciones que efectuamos siempre dejan huellas o impresiones en nuestra mente sutil. Con el tiempo, producen sus correspondientes resultados. Nuestra mente es comparable a un terreno fértil (como enfatizo en mis talleres) como el campo para sembrar café o plátano así plantamos a diario en nuestra cabeza, y las acciones que cometemos son las semillas que en ella se plantan.

Las acciones virtuosas son las semillas de nuestra felicidad futura, y las perjudiciales, las de nuestro sufrimiento. Estas semillas permanecen ocultas en nuestra mente hasta que producen su efecto, cuando se reúnen las condiciones necesarias para su germinación. Además, desde que se realiza la acción original hasta que maduran sus consecuencias, pueden transcurrir varias vidas.

¡Para se feliz da #lomejordeti!

Nos sirve: 

* Relajación: Hacer lo que te sirva para mantener la mente y el cuerpo relajado de una forma natural. Ejemplo: yoga respiración, ejercicios

* Poner y observar la intención a cada acción que haces.

* Pensar que se está haciendo una buena acción y si la intención o actitud contiene duda, coraje, molestia o celos, el resultado puede ser el contrario que se desea. 

* Ser firme en las intenciones, es decir, si alguien o algo sucede que se presenta como un obstáculo, se debe seguir firme en la intención y no cambiar de opinión al respecto a menos que no haya una nueva reflexión.

* Confiar: guardarse de las expectativas, “ahora va a pasar esto o lo otro”, confiar en lo que va a pasar.

* Mantenerse positivo.

* Observar resultados: Para celebrar o ajustar tu actitud o personalidad.

Sugerencias:

1. Respira siempre profundo para oxigenar el cuerpo y la mente.

2. Busca sobre historias reales que te inspiren a nuevas acciones.

3. No te lamentes por haber actuado desde el miedo, mejor cambia el canal y comienza a aportar con mejores acciones.

4. Sé vulnerable. Es de valientes serlo, es de cobardes esconderse.

5. Activa la certeza en momentos difíciles y en momentos felices.