“Del dicho al hecho va un gran trecho”. Así decía mi abuela. Decir es fácil, tenemos sueños por cumplir, planes y hasta ideas de cómo queremos ser. La verdad es que lo único seguro que tenemos es el cambio. Ahora, cambiar sin un reconocimiento de quiénes somos y de lo que queremos ser, a veces puede traernos muchas pruebas que se pueden evitar.

Siempre que decimos algo, estamos declarando con nuestra palabra. Es decir, en la mente universal, si queremos que la vida conspire, cada palabra o idea que pensamos y decimos la plasmamos como una posibilidad real. Por lo tanto, cuando se dice, estoy pelao, no durará más de … tiempo, me siento enfermo (sin estarlo), las cosas se pondrán peor, no puedo rebajar y no me van a dar ese trabajo, tengamos claro que estamos creando la realidad que prontamente veremos. 

Como contrario, cuando decimos frases como: quiero que esta relación sea duradera, sé que puedo rebajar, sé que conseguiré un buen trabajo, me siento saludable y las cosas se solucionarán a su tiempo, estamos creando el bien que queremos vivir. Sin embargo, no basta decirlo y creerlo, hace falta la acción.

Al hacernos responsables de nuestras palabras y acciones, reconocemos que para una relación duradera y saludable, hay que trabajarla con respeto, comunicación, compromiso y entrega. Que si deseamos un trabajo, debemos preparar una hoja de vida, buscar prospectos y pasar horas haciendo envíos y entrevistas. Del mismo modo, para crear un negocio propio. Si queremos ser tolerantes, habrá que buscar la manera de aprender herramientas y practicarlas, así como para rebajar, que sin duda habrá que visitar el gimnasio y cuidar la dieta.

Tengamos conciencia y despertemos a todo lo que decimos, a todo lo que queremos, porque solo se hará posible si se acompaña con la acción. Dicen que la confianza es para el que cumple lo que habla y cuando habla es porque va a cumplir. Que del dicho al hecho… lo que hay en el medio es la acción. ¡Inténtalo!

Sugerencias: 

* Hagamos trabajo de autoevaluación.

* Escuchemos lo que decimos cuando hablamos (aunque creamos que es broma).

* Seamos pacientes en el proceso de nosotros y el de los demás.

* Busquemos ser constantes y coherentes en lo que pensamos, decimos y hacemos.  

* Para ser feliz da #lomejordeti.