Esta semana en el programa de Chelsea por Netflix donde entrevistaba a la fabulosa ganadora de dos Oscar, Sally Field,  presentaron la importante necesidad que tenemos de apoyarnos y respetarnos más, sobre todo entre las mujeres. Afirmaron, que antes de llamar a alguien por un nombre que denote burla o desaprobación, solo por ser graciosos, se piense antes de hacerlo, pues nada de bien aporta. De hecho, la energía que se genera es de desprecio aunque se disfrace con la excusa de ser un chiste o “es bromeando”. 

La desaprobación de quiénes somos comienza desde la niñez.  A veces un compañero de clases que se ríe de lo que decimos o algún familiar que nos dice que no a alguna idea que consideramos única y especial. Dejando a un lado cualquier rastro que inspire a la percepción de víctima, es un hecho que se sigue repitiendo en la adultez, en los trabajos, en las parejas y en las relaciones sociales. Lo divertido de todo esto es que podemos crear nuevas maneras de decirnos las cosas y mejores argumentos para reírnos. 

Las reglas del juego de nuestras vidas las creamos nosotros mismos. Y de ahí las experiencias que nos hacen mejor persona, compasivos, amables y aprendices amorosos. Hay gente que baja la cabeza por ser cortés y hay otros que la bajan reconociendo realmente lo que se siente saludar el alma del otro en humildad. De la misma forma lo podemos expresar en nuestras comunicaciones. 

Ahora en esta época, que nos juntamos a compartir y a veces hay tragos de más, tengamos presente respetar al otro, comprendamos cuándo un chiste es verdaderamente gracioso o cuándo estamos pasándonos de la raya señalando o nombrando a otros peyorativamente. ¡Cuidado que el presente nos da solo una oportunidad! ¡Goza de apoyar a todos y adelante! 

Sugerencias:

1. Antes de criticar o decir nombres de burla, detente y cambia el pensamiento.

2. Busca información, aprende, edúcate.

3. Aprende de las experiencias, haz tu propio libro de vida.

4. Cuida a los tuyos, apuntando a las virtudes y no a las limitaciones.

5. Antes de criticar a alguien o ponerle nombres (o a ti mismo), apunta hacia las cosas buenas y resáltalas.

6. Enfoca en lo positivo de las situaciones, siempre lo hay.

7. Para ser feliz, da lo mejor de ti.