Pudo más su voluntad que el amor a la comida. 

Después de años de haber sufrido los estragos de su obesidad mórbida –llegó  pesar 450 libras–, Andy Arreaga decidió que él valía demasiado como para permitir que su apetito le costara su salud... y, tal vez, hasta su vida. A sus 29 años, este tenaz boricua se armó de valor –y con el apoyo de su familia, la ayuda de su médico de cabecera, el Dr. José A. Sepúlveda; el respaldo de su coach, Hiram Santisteban, y vídeos de ejercicio como Insanity, P90X y Les Mills Combat–, se comprometió consigo mismo y rebajó la monumental cantidad de 226 libras.

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Gracias a su esfuerzo, el pasado sábado, Andy –que ahora tiene 31 años– se llevó el gran premio de $100,000 en la competencia  Beachbody Challenge 2013, la cual tuvo lugar en Las Vegas, Nevada.

Valió la pena

Andy Arreaga enfrentó su pérdida de peso con una valentía que pocos tendrían. En vez de esperar a rebajar unas cuantas libritas antes de aventurarse a hacer ejercicio, con sus 450 libras a cuestas, el joven se sometió a una estricta rutina diaria, valiéndose de los vídeos de la serie Insanity, P90X y Les Mills Combat. Dicho entrenamiento estuvo acompañado por una dieta sana y sensata, supervisada por su médico. 

Todo ese esfuerzo culminó la noche del sábado pasado, cuando le entregaron un jugoso cheque por $100,000. Por supuesto, como para la mayoría de nosotros, para Andy Arreaga, ese dinero  representa una pequeña fortuna. No obstante, este joven boricua  insiste en que lo más valioso para él fue que, gracias a esa pérdida de peso, recuperó su vida.

Plantó bandera 

Desde que llegó a Las Vegas la semana pasada para representar a la Isla en el reto que Beachbody celebra todos los años, Andy no paró su riguroso entrenamiento ni un solo momento. Después de todo, gracias a los vídeos de ejercicio que la compañía produce, fue que se convirtió en el primer puertorriqueño y el primer latino en ser finalista, y ahora ganador del premio anual.  

Previo a la ceremonia de premiación, Andy nos comentó por vía telefónica: “Hoy (el sábado) el día comenzó a las 4:30 a.m. con mi Super Workout. A las 5:20 a.m. ya iba en camino a encontrarme con mi equipo. Después de caminar una milla hasta el estacionamiento del MGM Grand, que ya estaba repleto de personas,  me dirigí al área VIP para acomodarme, estirar y calentar mi cuerpo”.

El equipo al que Andy hizo referencia estuvo compuesto por su coach, Hiram Santisteban, Yecenia Cabán y Katy McDonald. Junto a ellos, el tenaz puertorriqueño continuó ejercitándose para aplacar sus nervios. “Mientras me preparaba para la noche, no paraba de pensar en Primera Hora y en todo Puerto Rico. Pase lo que pase, estoy bien agradecido de que hayan estado conmigo. Y como dije, llevo a mi isla en mi corazón”.

Claro que lo que pasó fue que a eso de la 1:00 a.m., hora de Puerto Rico, él se alzó con el máximo galardón.

Ayer, domingo, la primera entrevista de Andy Arreaga fue, nuevamente, para Primera Hora. “Llegué (anoche) al MGM Grand Arena a las 7:30 p.m. Junto a los otros candidatos, entré al área VIP y, en ese momento, me encuentro con el resto del Club de las 200 Libras”, comentó, refiriéndose a su coach, Hiram Santisteban, y a Richard Neal, el ganador del Beachbody Challenge 2012, ya  que, como Andy, ambos rebajaron  más de 200 libras. 

“Cuando los finalistas nos movimos al backstage, me emocioné mucho al ver un vídeo con fotos de mi trayectoria (de pérdida de peso) en esas pantallas gigantescas. Y por encima de todo, escuchaba las voces de otros puertorriqueños que me gritaban: ‘Boricuaaaaaa...  Eso es, Andy, Puerto Ricoooooo’. Entonces, subiendo a la tarima vi que tenían una bandera de Puerto Rico. Eso fue bien especial”.

Justo antes de que anunciaran al ganador, Andy dice que sintió que “no importara la decisión, ya todos los finalistas somos ganadores. Pero, claro, en el momento en que dijeron mi nombre sentí una emoción indescriptible”.

Puerto Rico entero se emociona

Andy no fue el único que se conmovió con su victoria. A los pocos minutos de haber sido declarado ganador del premio de los $100,000, las redes sociales se encendieron con mensajes alusivos a su logro.

Su hermano Sammy Arreaga, quien lo acompañó a Las Vegas, se comunicó a la 1:43 de la madrugada de hoy, domingo, para informarnos: “Hola, soy Sammy, el hermano de Andy, y me pidió que le notificara lo sucedido. Andy, como buen puertorriqueño, alzó la bandera de Puerto Rico en alto como el ganador del concurso (Beachbody Challenge 2013) con el premio de $100,000. Ahora mismo está en la tarima con la alta gerencia de Beachbody y tan pronto termine, la llama”.

Y, en efecto, así fue. Luego de un breve descanso, Andy Arreaga nos estaba llamando para relatarnos el gran acontecimiento.

“Mami, papi, gracias. ¡Lo logré!”

Apenas acabó de ser nombrado ganador del Beachbody Challenge, Andy ya era toda una celebridad, pues todos querían felicitarlo y retratarse con él. El estruendo en la arena era ensordecedor, comentó el muchacho.

No en balde, a sus padres, Samuel Arreaga e Isabel Valentín de Arreaga, se les hizo difícil comunicarse con su hijo, pues, primero, él no escuchaba los timbrazos del teléfono y, cuando por fin contestó, sus progenitores casi no entendían lo que decía.

“Tratamos de comunicarnos cuando eran como  las 11:00 de la noche (hora de Puerto Rico) porque estábamos ansiosos, pero no pudimos –afirmó doña Isabel, en entrevista telefónica–. Decidimos acostarnos, pero usted sabe que  cuando uno se acuesta con algo pendiente, no puede dormir.  Entonces, como a eso de la 1:30 a.m., mi hija Omayra  nos llama. Ya habíamos cogido el sueño cuando nos llama histérica: ‘Mami, Andy ganó, Andy ganó’, gritaba. Nos  levantamos y empezamos a celebrar bien alegres, contentos y hasta llorando. Esto es una alegría bien grande”.

A esa primera llamada siguieron muchas otras de numerosos amigos y familiares. “Somos una familia bien unida”, dijo. Entonces, desde Las Vegas llamó Sammy. “La euforia era tan grande donde estaban, que casi no se entendía lo que decían”, mencionó la orgullosa madre.

De más está decir que el matrimonio no pudo pegar ojo en toda la noche. Cuando por fin llamó Andy, lo primero que el joven les dijo fue: “Mami, papi, gracias. ¡Lo logré!”.

Más adelante, ya pudieron hablar con más calma y el muchacho pudo expresar “que está superfeliz, que esto es un sueño realizado en su vida y  que está loco por venir a Puerto Rico para abrazarnos. Me decía: ‘Fueron muchos días, muchos sacrificios, pero como tú siempre nos dices a nosotros, no hay triunfo sin sacrificio’”.

Por su parte, don Samuel Arreaga confesó encontrarse “bien contento, dándole gracias a Dios por el triunfo de Andy, pero,  principalmente, por su salud. Lo primordial era que pudiera rebajar por su salud. Esto es bueno para él y para todo el mundo, para que él pueda ayudar a otras personas también”.

Este joven de 31 años ha alcanzado lo que pocos se hubieran atrevido a predecir: ¡ha perdido 225 libras!