“Eso me da estrés”. “Hoy estoy en estrés”. “No puedo con este estrés”. 

Así habrá otra variedad de frases que apunten al estado anímico de la persona que resultan tan familiares en estos tiempos como puede ser un “hola” o un “buenos días”.

El estrés, o tensión física o emocional, se manifiesta en menor o mayor grado, pero lo cierto es que toda persona ha pasado por la experiencia. Inclusive, hay situaciones cotidianas que provocan un nivel de estrés que puede ser beneficioso para la persona.

 La psicóloga clínica Alexandra Ramos Duchateau da como ejemplo la situación de tener un examen en agenda. 

Relacionadas

“Tener un poco de estrés sobre ese examen de matemáticas te hace estudiar”, expuso la profesional en conducta humana. “Ese poquito de estrés muchas veces es parte de nuestro motor”.

De igual forma, hay otras situaciones familiares, de pareja o de trabajo que pueden causar estrés de corta o larga duración, y la capacidad de la persona para identificarlas y manejarlas, será lo que definirá su nivel de gravedad. Un 85% de las personas logra identificar la causa, destacó la profesional de la salud.

Puede ser motivo de estrés, o tensión, una muerte en el núcleo familiar, un divorcio, un cambio de trabajo y otras experiencias más complejas, como pueden ser un diagnóstico de cáncer, la enfermedad de Alzheimer de alguno de los padres o tener un hijo con necesidades especiales.

Hay factores externos o estresores que igualmente pueden provocar la misma tensión. La situación económica del país y la incertidumbre que eso puede plantear para un empleo son muestra de ello.

“Pero la realidad es que muchas personas tienen estrés porque tienen demasiadas cosas en el plato”, apuntó Ramos Duchateau sobre las múltiples responsabilidades y preocupaciones que suele cargar cada persona.

La tecnología es uno de los estresores modernos. 

“Hay millones de estudios que recomiendan que uno se tome vacaciones de la tecnología, porque ese bombardeo afecta”, advirtió la psicóloga. 

Lo importante ante cualquiera de las situaciones expuestas es identificar qué se puede manejar o controlar y qué no.

El estrés “cotidiano” pasa a ser uno patológico en el momento en que toma control del individuo, afectando su estado físico y emocional. 

“Cuando no podemos dormir, no podemos manejar lo que comemos, cuando tenemos conflictos interpersonales, ahí eso pasa a un estrés patológico, porque está interfiriendo a nivel físico”, detalló.

La alimentación de la persona, asimismo, puede afectarse negativamente, porque se pudiera comer en exceso o dejar de comer.

 “Las personas que no duermen suficiente tienden al otro día a comer más; gente que siente mucha ansiedad come demás o deja de comer. El estrés nos hace ser impulsivos en nuestras decisiones”, subrayó Ramos Duchateau.

“Muchas condiciones de ansiedad -señaló la especialista- están cayendo dentro del trastorno del salud mental y es simplemente que el estrés se ha ido de control y es más severo, y hay muchas herramientas para prevenir”.

 Un trastorno de carácter más severo son los ataques de pánico. “Si me dio un ataque de pánico en un avión y decido que no voy a viajar más, pues está interfiriendo con mi vida. No puedo dejar que la ansiedad tome decisiones en mi vida y decida qué hago y que no hago”, detalló.

 Herramientas para manejar el estrés

Una herramienta práctica para una madre de un menor con necesidades especiales sería educarse sobre la enfermedad y los tratamientos disponibles para poder tener una mejor conciencia y manejo de la situación. En el caso de que el problema sea por motivos de inseguridad económica establecer un presupuesto y ahorrar debería redundar en un alivio.

“Hay que identificar qué de esa situación puede mejorar y qué planes de acción se pueden llevar a cabo, pero mucho es el manejo de los pensamientos”, puntualizó la psicóloga clínica. 

“Una de las causas principales de ansiedad es esta idea de ‘no voy a poder bregar’ y la analogía que muchas veces uso con mis pacientes es la pelota: la vida te va a tirar un montón de pelotas, unas bajitas, otras altas, unos bombitos y hay que tener la confianza en ti mismo de que las vas a batear todas”, sostuvo.

Tomar vacaciones por dos o más semanas a un destino lejano, que verdaderamente marque una desconexión de su espacio natural es otra solución que la persona puede manejar por sí misma.

“Creo que la gente tiene que aprender a tomar vacaciones, mientras más largas y más lejos, más saludables son. No es lo mismo irte dos semanas, que serían 14 días, que tomarte cuatro weekends de tres días. Los estudios dicen que no es lo mismo. Uno no se desconecta; personas que toman vacaciones más largas y más lejos, viven más”, recomendó Ramos Duchateau.

¿Qué hacer?

Las causas del estrés son tan diversas como las recomendaciones para manejarlas. La enciclopedia médica Medline Plus ofrece 10 recomendaciones o técnicas saludables  para aliviar el estrés:

Reconoce las cosas que no puedes cambiar.

Evita las situaciones que sabes que te resultan estresantes.

Haz ejercicios.

Cambia tu perspectiva. Asume una actidud más positiva ante los desafíos.

Realiza actividades que te  agraden.

Aprende nuevas maneras de relajación.

Conéctate con tus seres queridos.

Duerme lo suficiente.

Consume una dieta saludable.

Aprende a decir que no.