Vivir en Puerto Rico y no comer guanábana es perderse de una fuente de salud y bienestar en el patio de tu casa. Y es que este fruto tropical esconde un tesoro de propiedades beneficiosas para tantas condiciones de salud, que sobre él podría decirse, casi literalmente, que tiene “de todo como en botica”.

El nombre científico de la planta es Annona muricata y su fruto es grande y pesado, relleno con una pulpa blanca y suave, y envuelto en una cáscara verde oscuro recubierta de espinas suaves. Las veinte mil semillas grandes y negras que esconde dicha pulpa son un ligero inconveniente que uno soporta con agrado con tal de saborear su aromática carnosidad vegetal, unas veces dulce y otras veces agridulce, pero siempre jugosa y cremosa.

La planta

El árbol Un palo de guanábana puede llegar a medir 25 o 30 pies de alto. La fruta que produce, en promedio, medirá como unas  12 pulgadas de largo. La cáscara verde es amarga y, por eso, no se come nunca. Pero, la pulpa es muy gustosa y rica en carbohidratos, vitamina C y varias vitaminas B como tiamina, riboflavina y niacina. También contiene calcio, fósforo y un poco de hierro.

Sus usos Por siglos, los conocedores de la medicina natural han utilizado la guanábana para remediar y prevenir malestares estomacales, fiebre, dolores y problemas respiratorios como tos y asma. Más aún, según estudios del famoso Centro de Cáncer Memorial Sloan-Kettering, la guanábana contiene importantes componente grasos llamados acetogenina y annonacina, además de otros componentes naturales llamados  quinolones, annopentocina y dos alcaloides: coreximina y reticulina.

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Las acetogeninas, específicamente, han sido muy estudiadas por su potencial para prevenir el cáncer o, al menos, para aminorar su crecimiento.

De otra parte, se dice que la guanábana también tiene propiedades antivirales y antiparasíticas, y que puede reducir la inflamación.

Investigaciones En varios estudios de laboratorio se comprobó que el extracto de guanábana impidió el crecimiento del virus del Herpes. Además, es posible que dicho extracto pueda no solo inhibir el crecimiento de células cancerosas, sino hacerlas más susceptibles a medicamentos contra el cáncer.

¡No las descartes!

Las hojas de guanábana son, también, muy provechosas. Si se hierven en agua y se cuela ese líquido o se hacen cataplasmas con las hojas, estas sirven para aliviar una enorme variedad de molestias. Por ejemplo: 

Gota Si padeces de exceso de ácido úrico, hierve de 6 a 10 hojas en 2 tazas de agua. Cuando el líquido reduzca a 1 taza, ponlo a enfriar. Toma dos veces al día.

Dolor crónico de espalda Hierve 20 hojas en 5 tazas de agua. Deja que reduzca a 3 tazas. Toma ¾ de taza una vez al día.

Reforzar el sistema inmune y prevenir infecciones Coge de 4 a 5 hojas y hiérvelas en 4 tazas de agua. Cuando el agua hierva, reduce el fuego y cocina hasta que se reduzca a solo 1 taza de líquido. Toma una vez al día.

Eczema y reumatismo Tritura varias hojas hasta obtener una pasta y aplica la misma dos veces al día sobre las áreas afectadas. 

Úlceras en la piel Para esto, necesitarás hojas nuevas (jóvenes). Sencillamente, coloca las hojas donde tengas ulceritas y déjalas reposar sobre las mismas por lo menos durante un par de horas.

Bebida clásica

Desde tiempos inmemoriales, en Puerto Rico se prepara y se disfruta la champola de guanábana, una bebida de fácil confección

Ingredientes

1 1/2 libras de pulpa de guanábana
3 a 4 tazas de leche fresca
Cubitos de hielo
Azúcar al gusto

Preparación

Pela bien toda la guanábana, córtala en trozos y revisa la pulpa bien para que no quede ni una sola semilla. Echa la fruta junto con la leche, el azúcar y el hielo en una licuadora y procesa hasta que quede una mezcla homogénea. Si te gusta más o menos aguada, puedes variar la cantidad de leche. Sirve.

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