Si pensamos en las películas de los 80, los personajes que eran tímidos, poco populares o nerds tenían algo en común: todos tenían braces. 

Actualmente, la percepción de que los braces son solo para niños y adolescentes se aleja  de la realidad, pues cada vez son más los adultos mayores de 40 años que se los ponen.

La ortodoncista Lilba Piña asegura que en los pasados años, los ortodoncistas se han concentrado en llevar el mensaje de que la ortodoncia no tiene edad.

Y aunque la estética es una razón que lleva constantemente a pacientes a las oficinas de los ortodoncistas, no es la única ni la más importante.

“Antes se tenía la percepción de que la ortodoncia era para niños y adolescentes, y hoy día el adulto está más consciente de la estética y también de la funcionalidad de la mordida. Los mismos ortodoncistas hemos llevado el mensaje en la población adulta, porque la ortodoncia no tiene edad. Si tienen los dientes rotados o quieren mejorar su sonrisa y, ya es adulto, existen opciones en la ortodoncia. Pero más bien el paciente está más alerta del aspecto físico y buscan la opción”, destacó la doctora Piña.

Según la Academia General de Dentistas, un millón de estadounidenses mayores de 18 años tienen braces. El crecimiento en adultos se estima en los pasados años en un 28%.

Piña asegura que la mitad de sus pacientes son adultos.

Una mordida desalineada es uno de los principales problemas que corrigen los braces debido a que esto puede afectar de otra manera la salud, como por ejemplo provocar dolores de cabeza, dolores de oídos y problemas gastrointestinales debido a que no se mastica la comida adecuadamente.

Falacias

La ortodoncista afirma que no es real la presunción de que mientras mayor es la persona más difícil es corregir la dentadura.

“Todo es depende del caso. Tengo pacientes adultos que necesitan meramente rotaciones y se trata igual que un adolescente. Pero si tengo una paciente que perdió múltiples piezas y no se las atendió a tiempo, pues esos cambios se siguen complicando de por vida y si llegan aquí a los años, pues hay que corregir una mordida que la tienen mutilada y llevarla lo más posible a su sitio. Así que es algo bien individual”, afirma.

Igualmente, la doctora desmintió que sea cierto que en los pacientes adultos el diente se mueve más lento o más rápido.

“Es igual. Pero también hay unas consideraciones que hay que tomar en pacientes adultos que en adolescentes no hay que tomar. Por ejemplo, tengo que estar pendiente que ese paciente no tenga ninguna condición periodontal, que ese hueso que va a soportar el diente esté saludable para yo aplicarle fuerza. Y como en la población adulta la influencia de cualquier condición periodontal es más alta, pues es un factor que hay que tomar en cuenta antes de la ortodoncia”, sostuvo la especialista.

El movimiento de dientes puede ocurrir en cualquier etapa de la vida debido a condiciones de salud, algún accidente o simplemente un crecimiento natural. Por esta razón hay personas que tienen que ponerse braces dos veces en su vida. Piña indica que por esa razón es importante la labor en conjunto entre los especialistas, pues así se identifican y refieren los problemas.

“Por ejemplo, si se pierde una muela y  dejaron el hueco allí, pues van ocurriendo cambios poco a poco porque se van moviendo los dientes alrededor. Entonces van al dentista y le dicen que quieren arreglarse donde está el roto de la muela, pero el dentista le va a decir que ha tenido unos cambios pues los dientes se han movido y allí es donde viene la ortodoncia. Es la que va a llevar los dientes a sus sitios para entonces reemplazar las piezas que faltan”, señaló Piña, quien tuvo una paciente de 72 años.

Aumentan las opciones

Son varias las condiciones que actualmente también han facilitado el tratamiento de braces. Uno de los más importantes es la evolución de los braces, pues la única opción ya no son los tradicionales de metal que se dieron a conocer hace años.

Ahora además de esos, el paciente tiene la opción de elegir entre braces de cerámica, los que son del color del diente -lo que los hace prácticamente invisibles-, sostenidos con alambres que también vienen en blanco. Estos se agarran a los soportes, conocidos como brackets, que son hechos de cerámica o porcelana. Otros que se han hecho populares, pero no son adaptables para todo el mundo son los Invisalign, que se destacan porque los alineadores son transparentes. También existen los brackets linguales que son los que están escondidos en la parte de atrás de los dientes.

El precio de los braces también ha sido un factor importante de tomar en cuenta para las personas que los necesitan, pues tienen un promedio de $3,000 a $4,000, dependiendo del tratamiento requerido. Ese obstáculo se ha disminuido un poco para los pacientes gracias a la cobertura de planes médicos.

“Aunque los costos de los braces también han subido, debido a los costos de los materiales,  hay más planes que los cubren y muchos pacientes tienen la cobertura porque son planes corporativos. Porque hay veces que se compran planes privados, pero no tienen ortodoncia. Y al unir eso con las ventajas de que los braces en sí son más estéticos, los alambres son menos dolorosos que antes, los tratamientos son más cortos, pues todo se va sumando”, afirmó la doctora.

Un aspecto interesante que destacó la especialista es que algo que influye mucho en las personas desear tener una bella sonrisa son las redes sociales. Gracias a las fotos que se comparten en dichas plataformas las dentaduras estás más expuestas cuando dicen el famoso cheese.

“Eso tiene que ver mucho porque los pacientes están más expuestos a ver cosas. A ver revistas y a Facebook. Y al ver que hay alternativas de tratamiento los motiva a buscarlas”, reiteró Piña.