Una copita de vino al día no está nada mal. De hecho, muchos especialistas de la salud lo recomiendan porque es bueno hasta para el corazón. Una cervecita al día también cae de lo más bien, pues resulta hasta digestiva. El problema, en realidad, no es lo que tomemos… sino cuánto tomemos.

Y que conste, que no tienes que sufrir de alcoholismo para que tu salud se vea negativamente afectada por el consumo de alcohol. Lee a continuación para que conozcas las ocho maneras en que el exceso de alcohol puede hacerte daño.

Infertilidad

No solo son las mujeres embarazadas las que deben abstenerse de tomar alcohol. Si estás buscando un bebé, tampoco deberías consumir bebidas alcohólicas. Varios estudios han demostrado que en las mujeres que toman más de dos bebidas alcohólicas al día, la fertilidad se reduce en casi un 60%. Pero, este no es un problema femenino nada más. El alcohol también afecta la fertilidad masculina.

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Problemas con el sistema inmunológico

El consumo moderado de alcohol puede reforzar el sistema inmunológico. Pero, cuando se nos va la mano, puede ocurrir todo lo contrario: el cuerpo puede perder su habilidad para resistir enfermedades. De hecho, basta con una sola noche de juerga, bebiendo exageradamente, para que el sistema inmunológico se afecte… y la resaca del día siguiente es, precisamente, el resultado de ese sistema desbalanceado.

Cáncer

Los que beben demasiado no solo se deben preocupar por el cáncer del hígado. El cáncer de garganta, de esófago, de colon y hasta del seno se han asociado con el alcoholismo. Más aún, es posible, aunque no es definitivo, que el cáncer del páncreas también esté asociado con el consumo desmedido de alcohol. Para completar, hasta el consumo moderado de alcohol puede aumentar tu riesgo de padecer de ciertos tipos de cáncer, particularmente, el cáncer de seno en las mujeres. De modo que si eres mujer y tu consumo de alcohol es moderado, asegúrate de incluir alimentos ricos en ácido fólico en tu dieta para reducir tus probabilidades de padecer de cáncer de mama.

Sueño

Si bien es cierto que el consumo excesivo de alcohol puede ponerte a dormir, la calidad del sueño se desmerece muchísimo. Varios estudios del sueño han demostrado que el alcohol está asociado con un pobre descanso a la hora de dormir. Sucede que el alcohol dificulta el que tu cuerpo pueda alcanzar el sueño REM, el ciclo del sueño que ocurre como seis veces durante la noche. Si no alcanzas ese ciclo las suficientes veces durante la noche, te vas a levantar sintiéndote agotado.

Afecta a los niños

El exceso de alcohol no solo te afecta a ti, sino que también perjudica a tus niños. Estudio tras estudio han demostrado que, al menos en parte, el alcoholismo es generacional (se repite generación tras generación) y puede ser hasta genético. Por lo menos la mitad de los hijos de alcohólicos se convierten en alcohólicos también cuando crecen. Además, los hijos de los alcohólicos tienen más probabilidades de padecer de depresión, de ansiedad y de tener problemas de comportamiento.

Problemas cardíacos

El alcoholismo afecta seriamente el sistema cardiovascular. De hecho, los alcohólicos padecen de más hipertensión y sufren más ataques al corazón que el resto de la población. En ocasiones, los que beben en exceso también tienen mayor riesgo de padecer de colesterol. Sin embargo, tomado con moderación –una vez al día, por ejemplo–, el vino puede tener un efecto muy beneficioso para la salud. Pero, tomar mucho y durante mucho tiempo, definitivamente aumenta el riesgo de problemas con el corazón.

Pérdida de cabello

Aunque esto es, mayormente, el resultado de nuestra herencia genética o debido al estrés, el abuso de alcohol también puede ser la causa. Esto se debe a que el alcohol reduce la cantidad de zinc, ácido fólico y vitaminas B y C en el organismo, pero aumento los niveles de estrógeno. Esos factores, combinados, conducen a la caída del cabello y a que este se vuelva quebradizo y sin vida.

Problemas con la piel

La piel necesita agua para mantenerse saludable… y el alcohol provoca deshidratación. Para que el agua llegue a las células de la piel, primero tiene que pasar por el resto de los órganos. Si te deshidratas, se deshidratan todos tus órganos, incluyendo la piel, que es el órgano más grande del cuerpo humano. Los niveles de vitamina A en el cuerpo también se reducen debido al alcohol. Y esta vitamina es esencial para que las células del cuerpo se renueven. Todo esto puede hacer que toda tu piel se desmerezca.