Si está en sus planes tener un bebé o ya calculó cuándo nacerá el que espera, sepa que el humor que acompañe a esa criatura el resto de su vida dependerá de la temporada del año en la que nazca.

Según un estudio presentado en el Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología, nacer en verano, primavera, otoño o invierno tiene unas particularidades para el carácter y el desarrollo de algunos desórdenes de temperamento. Así que ahora no solamente está la astrología para curiosear en la personalidad, sino la estación del año.

Xenia Gonda, quien lideró la investigación, señaló que estudios bioquímicos han demostrado que la época en que se nace influye en ciertos neurotransmisores como la dopamina y la serotonina y, aún en la vida adulta, es detectable.

En la investigación estudiaron a 400 personas cuyas personalidades fueron pareadas con la temporada en la que nacieron. “Todavía no podemos decir nada sobre el mecanismo envuelto. Lo que estamos buscando ahora  es ver si hay marcadores genéticos que estén relacionados con la época en la que se nace y trastornos de estados de ánimo”, dijo Gonda.

¿Y qué fue lo que encontraron?

Los que nacen en verano parecen tener un temperamento ciclotímico, lo que se caracteriza por cambios frecuentes de la tristeza a la alegría. Quienes ven la luz del mundo en primavera y verano tienden a ser exageradamente positivos. El invierno parece traer una personalidad apacible porque quienes nacen en esa temporada son menos propensos a irritarse y los de otoño manifiestan una tendencia menos depresiva.