Un estudio reciente reveló que escucharnos o escuchar a otros hablar sobre los logros en el ambiente laboral puede llevarnos a ser empleados más saludables, creativos y positivos. 

La investigación, publicada  por la Escuela de Negocios de Harvard,  describe el concepto “best-self activation” y discute cómo este puede llevar a un empleado a mejorar su desempeño y confianza sobre lo que es capaz. “Best-self activation”, según descrito, es cuando uno reflexiona sobre uno mismo a través de historias contadas por nuestros pares o nosotros mismos.  Estas reflexiones pueden incluir historias de cuando le fuimos útiles a alguien, ese momento en el que fuimos creativos a la hora de resolver un problema o  cuando logramos esa meta soñada. 

“Este concepto es importante porque el cómo uno piensa de uno mismo establece cómo uno se enfrenta a ciertas situaciones y cómo se forman nuestros pensamientos y sentimientos, lo que afecta directamente nuestro trabajo y cómo nos conectamos con otros en el ambiente laboral”, establece el artículo.  

Activar ese “botón” de positivismo, de acuerdo al estudio, puede provocar un proceso de retroalimentación o “feedback” que puede aumentar su rendimiento en el trabajo, crear una conexión especial con los compañeros de trabajo, lo que los llevará a ser más confidentes en futuros proyectos laborales y ser exitosos. También aumenta el nivel de creatividad y los ayuda a trabajar bajo presión y a ser más comprometidos con el trabajo en equipo. 

Usualmente el acercamiento a un nuevo empleado por parte de la compañía se basa en que éste conozca la historia de la empresa, los requisitos para su puesto de trabajo y cómo debe ser su comportamiento. En síntesis,  este acercamiento se basa en que el empleador conoce lo que necesita para que haya un buen desempeño en el trabajo y que el empleado simplemente necesita seguir esa visión para ser exitoso. Estudios de esta misma universidad han demostrado que la mayoría de las organizaciones siguen este enfoque a pesar de que investigaciones indican que no es el mejor método.

“No hay nada malo o inmoral con este enfoque tradicional de incorporación, pero creemos que no es el mejor debido a que mantiene a los trabajadores separados emocionalmente de sus puestos de trabajos y falla en generar un ambiente de trabajo innovador y productivo”, establece la doctora Francesca Gino, profesora de la Universidad de Harvard.