Para Primera Hora /  Danii Marín

Vamos a dejarnos de cursilerías y vamos a hablar claro. Tú mides si un año fue bueno o malo si lograste las cosas que querías.

Quizás el 2016 para ti ha sido el equivalente del Moonwalk de Michael Jackson... caminas hacia adelante, pero te mueves hacia atrás.

La buena noticia es que en el 2017 puedes lograr una vida satisfactoria, pero tienes que decidir si caminas al agua o te quedas en la sombra.

Mi primer recuerdo de ir a la playa fue con mi familia como a mis 3 o 4 años. Como toda familia puertorriqueña pasamos más tiempo buscando un lugar con buena sombra y espacio para poner la neverita, y el caldero de arroz con salchichas que mi abuela cocinó desde las cinco de la mañana.

Yo estaba desesperado por entrar al agua, pero tenía que esperar que mi mamá nos empañetara con bloqueador solar. Finalmente mi abuelo me dice: “Daniel, vamos al agua”, y de un salto corro para alcanzarlo.

Lo que no me esperaba era que al salir del área de la sombra, la arena iba a estar caliente. Para mis tiernos pies, que a esa edad aún eran besables, la arena se sentía como si estuviese caminando en una hornilla. La impresión fue tanta que me detuve a gritar a mi abuelo quien seguía caminando.

Mi abuelo se volteó y me dijo “¿Quieres llegar al agua o no? Pues tienes que cruzar la arena”. Esta historia guarda grandes lecciones que medito al principio de cada año:

1. Olvídate de las resoluciones, enfócate en objetivos. Las resoluciones son una pérdida de tiempo. Los objetivos son como el agua al otro lado de la arena, la puedes ver, puedes medir el progreso hasta llegar a ella y sabes identificar cuando llegaste.

2. Entiende que tienes que quemarte los pies. Hay veces que le huimos a tantas cosas que no llegamos a ningún lado. Cada objetivo y meta que aporta a lo que quieres para tu vida tiene un proceso que es incómodo y que honestamente no nos gusta, pero tienes que cruzarlos si quieres alcanzar algo nuevo que valga la pena.

3. Nadie te va a cargar. Yo recuerdo que le gritaba a mi abuelo para que me cargara, pero no lo hizo. Este año es una buena oportunidad para asumir responsabilidad por diseñar la vida que deseas para ti. Ya esta´ bueno de justificar a las personas que se quejan de haber logrado nada porque “nadie los apoyó “porque la cosa está mala”.

4. Aprovecha la arena para madurar y fortalecerte. Recuerdo que cuando era momento de salir del agua para comer, tenía miedo de volver a pasar por la arena caliente. Cuando puse mi pie mojado en la arena caliente, apenas sentía el calor porque el agua enfrió el camino. Cuando regresé al agua más adelante, volvía sentir el calor de la arena, pero esta vez mis pies estaban preparados. Cada proceso de vida que experimentamos nos ayuda a aprender y madurar, aprovéchalo.