Chicago.- Retirar un poco más de tejido durante una cirugía de cáncer de seno reduce de forma importante el riesgo de que quede algún tumor maligno que requiera una segunda operación, de acuerdo con un estudio que podría cambiar la atención médica que se le da miles de mujeres cada año.

Las mujeres a las que se les han retirado nódulos temen que quede un margen positivo, un área del tumor que parecía sana pero que resulta tener cáncer cuando se le estudia después. No hay formas efectivas de decir durante la cirugía si el médico lo ha extraído todo.

El nuevo estudio puso a prueba la extracción de tejido adicional, una práctica de rutina donde se retira una delgada capa alrededor de los márgenes con la idea de disminuir el riesgo de enfermedad residual.

"Con una técnica muy simple, de tomar un poco más de tejido en la primera operación, podemos reducir hasta en 50% las posibilidades de que alguien necesite regresar a la sala de operaciones por segunda vez", dijo la líder del estudio, la doctora Anees Chagpar, del Centro de Cáncer Yale. "Cuando uno piensa en el impacto emocional, no sólo en el económico, de una segunda cirugía, es algo importante".

El sábado se habló del estudio en la conferencia en Chicago de la organización oncológica American Society of Clinical Oncology y fue publicada por el New England Journal of Medicine. Chagpar y algunos expertos dijeron que los resultados son lo suficientemente sólidos como para que muchos oncólogos adopten esta técnica.

Más de 230,000 casos de cáncer de mama se diagnostican cada año en Estados Unidos y en la gran mayoría de casos las mujeres se operan, principalmente para quitarse sólo el tumor y no toda la mama. Entre 20 y 40% resulta con márgenes positivos —es decir, hay enfermedad residual_, y hay estudios que han hallado incluso hasta 50%.

En el estudio, la mitad de 235 mujeres fueron operadas, al azar, con la extracción adicional y sólo el 10% de ellas necesitaron una segunda cirugía, comparada con 21% de las otras.