Si quieres que tu hijo sea una persona feliz, segura de sí misma y con una alta autoestima, no lo compares con sus hermanos, primos, vecinos, compañeros o con el resto de niños. Ten en cuenta que cada niño es único y comparar a tu hijo con otros puede traerle problemas de inseguridad ya que cada niño tiene potencialidades diversas.

Además, si acostumbras a que tu hijo se compare con los demás, estarás sentando las bases para que tu hijo siga comparándose con otros durante el resto de su vida, que es un camino que le llevará a la baja autoestima y a una vida infeliz.

Cuando por ejemplo tu hijo está jugando un partido de fútbol y algún compañero de su equipo mete un gol, mientras tu hijo no ha sido capaz de hacerlo, no le digas que tiene que ser como su compañero. Insiste en decirle y en animarle a que tiene que practicar más para mejorar y que con algo de esfuerzo, seguramente en poco tiempo podrá jugar tan bien como su compañero.

Poner énfasis en las aptitudes y no en los puntos débiles de cada niño, según el sitio miautoestima.com, podrá ayudarte a orientarlos mejor y a enseñarles la manera de valerse por sí mismos. Antes que nada, es importante que te convenzas de que tu hijo es una persona única y especial, con sus virtudes y sus defectos. Una vez estés convencido de este punto, trátalo como tal. Este podría ser el punto de partida para que pueda aumentar la autoestima de tus hijos.