Sin lugar a duda hay que protegerse del sol. A estas alturas usted debe saber que estar expuesto de forma prolongada a los rayos solares tiene efectos negativos que van desde quemaduras, envejecimiento prematuro, hasta cáncer de piel.

Sin embargo, no todos los protectores solares que hay en el mercado son buenos y los expertos han comenzado a emitir alertas específicamente sobre los peligros de los bloqueadores solares en spray.

Resulta que muchas marcas han lanzado su versión en aerosol y las promocionan especialmente para el uso en niños. Pero la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés)  ha encontrado que en algunos casos estos productos contienen químicos que son dañinos si entran en las vías respiratorias de los menores de edad.

Si se aplica el producto en un lugar abierto con viento, la probabilidad de inhalación es mayor, y puede resultar dañina, por lo que la mejor alternativa si ya compró un producto en aerosol es rociar abundantemente sus manos, alejado de su chiquillo y luego aplicarlo a su piel.

No le servirá de mucho mandarlo a aguantar la respiración, porque muchos niños no pueden coordinar esa acción mientras se les aplica el aerosol. Asimismo, la agencia advierte de que los ojos del menor están en peligro ya que la sustancia puede caer en ellos por error y producirle irritación severa o hasta quemazón.

Otra advertencia importante relacionada con los protectores solares en aerosol es evitar a toda costa estar cerca de fuentes intensas de calor, ya que muchos de estos productos son flamables.

Desde acercarse a un barbecue, o a la cocina, prender un cigarrillo o hasta acercarse a lugares donde se está soldando, el peligro es real si se aplicó alguno de estos bloqueadores solares, advierte la FDA. 

Por lo tanto, opte por las cremas que son más efectivas.

La FDA también pidió a los padres no dejarse engañar: de acuerdo a las más recientes evaluaciones ninguna marca de protector solar puede reclamar que su producto sea a prueba de agua o de sudor (“waterproof” or “sweatproof”). Incluso desde el verano pasado, la agencia prohibió el uso de ambas palabras en las etiquetas de los protectores, ya que ninguno ha podido demostrar que eso sea cierto. 

Según la agencia, el protector solar se debe reaplicar cada dos horas, especialmente si está en contacto con el agua o sudando continuamente. Las marcas tampoco pueden reclamar acción inmediata, ya que el producto tiene que secarse o absorberse antes de que empiece a hacer su efecto en la piel.

Por último la FDA recomienda comprar protectores con un espectro de protección (SPF, por sus siglas en inglés) mayor de 15 que es el mínimo ideal para obtener una protección contra los rayos solares. Mientras, nunca está de más utilizar sombrero y gafas cuando se va a estar al aire libre, porque el sol es potente y no discrimina.