“Si fueras como…”, ¡las comparaciones, nunca son buenas! Cuando se pone a alguien más como ejemplo no es una buena manera de incentivar a tus hijos. Lejos de mejorar su conducta, ellos creerán que tú quieres que sean diferentes.

Además, podrías generar problemas entre los dos “contendientes” (sus hermanos, por ejemplo).

“Bien hecho”, se debe elogiar a los hijos. Pero esta frase está prohibida si la dices todo el tiempo. Lo ideal es alabar solo los logros que requieren un esfuerzo real y señalar lo que hicieron bien.

“Cuando llegue tu papá”, una frase que enseña a través del miedo. Si la usas constantemente, lograrás que tus hijos relacionen a este miembro de la familia como el malo. Además, pone en duda tu autoridad.

“Estoy ocupada”