Si en estos días se le ha alterado el patrón de sueño y no porque los vecinos tuviesen el televisor a todo volumen mientras veían el Mundial de Fútbol, sepa que puede haber sido víctima de la luna llena.

Al satélite se le atribuyen montones de efectos no confirmados, pero el de quitar el sueño parece haber quedado demostrado en un estudio de una universidad sueca.

El estudio, publicado en Current Biology, sugiere que cuando la luna está llena la gente duerme 20 minutos menos y le toma más tiempo entregarse a los brazos de Morfeo.

Basado en el estudio con 47 adultos entre los 18 y los 30 años, sí hay una correlación entre el ciclo lunar y el patrón de sueño. El estudio, retrospectivo por haber utilizado data de un estudio previo, sugiere que el cerebro es más susceptible a ruidos externos durante el plenilunio.  

Michael Smith, uno de los investigadores, dijo que el propósito original era examinar cómo el ruido perturba el sueño”, pero al volver a analizar los datos encontraron que en la luna llena el efecto era mayor.

Según Smith, el resultado no puede ser atribuido al aumento en luminosidad con la brillantez de la luna pero sí sugiere que podría haber un reloj biológico que responde a las fases lunares.

Como el grupo de estudio es pequeño, por ahora es mucha la especulación y haría falta más estudios con variables más controladas.