Las razones que llevaron a Bryce Williams,  un  exempleado de la cadena WBDL7, de Virginia, a atacar a una reportera y su camarógrafo, mientras realizaban una entrevista en vivo, pudo  obedecer a razones de venganza, perversidad o perturbación mental.

Williams había sido despedido de la emisora y conocía a los periodistas. Además,  grabó cuando les disparaba y mientras huía de la policía, subió el vídeo a  las redes sociales, lo que apunta a que fue un acto premeditado.

El médico y  sicólogo, Pascual Merlos,  indicó que habría muchas variables que considerar  para conocer las razones que llevaron a Williams a cometer los asesinatos, que culminaron con su intento de suicidio y posterior muerte.

Por esto, se limitó a hacer un análisis de perspectiva del comportamiento humano desde el punto de cómo la mente funciona.

“Una persona puede sentirse resentida. Desde su punto de vista,  le han causado un perjuicio. Hay personas que tienen un sentido de venganza, mayor que otras. Son vengativos. No descansan hasta que se vengan”, indicó Merlos.

“Lo usual es que traten de perjudicar a la persona responsable del despido. Si es el jefe de personal. Si lo han despedido por recomendación de alguien, la gerencia. En teoría, sería su objetivo de venganza”, apuntó.

El sicólogo  expresó que aunque choque y no sea la  norma, en la naturaleza humana, el sentido de venganza es muy frecuente.

“Pero que lo haga  contra dos personas que no tienen que ver con su despido,  no tiene sentido”, acotó.

Al plantearle al sicólogo que  era una transmisión en vivo, dijo que “posiblemente en su venganza, había un elemento mediático: el vengador quería que todo el mundo se enterara de su venganza contra el que lo botó”.

“Yo  quiero que todo el mundo se entere y ahora voy contra alguien de la empresa para que esto trascienda”, apuntó.

Merlos aclaró que no todo el que es capaz y  quiere hacer daño a otro, está mal de la mente. Destacó que hay gente que tiene un sentido de la perversión; que son perversos y no tienen que ver con trastornos mentales.

Se suicidó el agresor”, le planteamos.

“Eso da otra dimensión. Una persona si se suicida y si se  despide, quiere decir, que la experiencia de despido para él fue traumática y catastrófica. Se pudo haber encontrado en un proceso depresivo severo, porque si se ha suicidado,  ya él estaba afectado emocionalmente y la pérdida de trabajo puede ser traumática. Existe la posibilidad de que estuviera perturbado mentalmente”, dramatizó.

“El perverso no se hubiera suicidado. El perverso lo hace y luego se va tranquilo para su casa. La teoría de acto de perversión no va por  ahí”, acotó.

Ánimo de venganza

Cuando hay ánimo de venganza, indicó el médico,  hay una furia, un colapso, una rabia. Hay un daño irreparable. La solución del suicidio implica que no había salida, dijo.

“Aquí el despedido,  ataca a alguien de la cadena. El despido fue el detonante que  le provocó ira y depresión y me lleva a actuar contra la cadena que me despidió. El suicidio, es que lo analizó de manera catastrófica. Si me quiero  morir, es que no hay solución”, precisó el galeno, de la Clínica Dr. Merlos y Asociados, que atiende a niños y a adolescentes con condiciones de salud mental.

“Él considera que el trabajo es su vida y la depresión lo lleva a evaluar la realidad de forma catastrófica.  No necesariamente lo puede ver un paciente trastornado”, dijo.

Acto premeditado

“Williams grabó el acto y lo difundió en las redes”,  le planteamos.

Ahí la cuestión de la venganza se enfatiza. Estaba premeditado.  La venganza está ahí pero también el factor pérdida trabajo y el hecho de que estaba perturbado y se quitó la vida.

“Son inferencias”, concluyó.