Cumplir con una dieta acorde con sus necesidades particulares es un requisito para todo paciente diabético que desea mantener sus niveles de glucosa bajo control. 

Tras el paso del huracán María en septiembre pasado, ese régimen alimentario cambió para muchos ante la dificultad para adquirir alimentos frescos o el acceso a los que requieren refrigeración.  

A lo largo de estas semanas, la licenciada Zelma Cortés, experta en nutrición y dieta, ha observado que “muchos pacientes piensan que no se consiguen vegetales ni verduras, cuando realmente sí se consiguen. Lo que pasa es que tienen que ir a los verduleros en la calle”. 

La nutricionista/dietista ha visto que, “si no tienen el acceso a una nevera que enfríe por al menos 8 horas acuden al enlatado, pero acuden al enlatado incorrecto, como la salchicha, el corn beef, la pasta enlatada. Son productos que no cubren todos los grupos de alimentos y una de las razones por la cual se les descontrolan los niveles de azúcar, cuando ese paciente puede acudir a lo que es un pollo enlatado, un atún en agua, sardinas, salmón”.

De paso, si bien es enfática en que en su práctica no promueve la ingesta de productos enlatados es consciente de que “en caso de emergencia es una opción”. 

Otro comportamiento común, en especial durante las primeras semanas, fue que “muchas de estas personas tuvieron que estar haciendo filas en supermercados, muchos lo esquivaban (comer) y a la vez también dependían de comidas que les llevaba el vecino o la comida de la ayuda que llegara. Si este paciente no controló la porción, si comió de más, eso también promueve un descontrol en los niveles de azúcar”. 

Cortés plantea que bajo circunstancias normales, de por sí, el asunto de la nutrición es de mucho valor para una persona con diabetes. 

“Si el paciente no se orienta con una nutricionista, va a ser retante porque el paciente cree que tiene que eliminar el arroz, las verduras, frutas, tiene una información incorrecta”. 

La licenciada de la clínica Tu Nutricionista Zelma M Cortés, en Caguas, es enfática en que el plan nutricional de cada paciente “es algo bien individual, por eso cada vez que una persona se diagnostica con diabetes, como parte de su equipo multidisciplinario para orientación, evaluación y tratamiento, tiene que tener un nutricionista/dietista licenciado”.

Cuando se orienta con un experto en nutrición y dieta, “va a tener un plan de alimentación que lo va a dirigir exactamente sobre cómo va a combinar sus alimentos, en qué porciones, según la necesidad de ese paciente”. También, si es un enfoque de “mantenimiento de peso, o subir o bajar de peso. Se tienen en cuenta las insulinas, los medicamentos, dependiendo de la actividad de física de ese paciente, porque si tengo un atleta adolescente usuario de insulina, no le puedo dar 2,000 calorías diarias (como lo sugerido en un plan nutricional básico)”. Se le orienta sobre las porciones, cómo preparar los alimentos, según su estilo de vida, que abarca detalles como “horario de despertarse y horario de acostarse a dormir”. 

Tómalo en serio 

La nutricionista/dietista Zelma Cortés menciona varios consejos para ayudar a mantener tu diabetes en control:  

Recuerda tus comidas y meriendas. Más allá de la dificultad tras el paso del huracán, lo cierto es que no debes alterar el plan de ingerir tus tres comidas diarias, con tres meriendas. “Tan pronto te levantes, dentro de la primera hora, debes hacer un desayuno completo. Un ejemplo sería una avena, más 20 almendras y una fruta fresca. Es un desayuno completo y con productos que no necesitan refrigeración”, destaca Cortés. “A las tres horas, una merienda que puede ser fruta fresca o nueces, o aguacate, o medio sándwich de mantequilla de almendra o de maní”. Tres horas después, consume un almuerzo completo “que puede consistir, por ejemplo, de guineo verde, bacalao y ensalada verde. Luego, otra merienda a la tarde, tu cena, y si esa persona se acuesta tarde, otra merienda por la noche”. 

Pendiente al horario. Si no lo haces, vas “a tener un sube y baja en los niveles de azúcar. Depende de si el paciente está en insulina, puede provocarle consistentemente periodos de hipoglucemia. Y en algunos hipoglucemiantes, si el paciente deja pasar muchas horas sin comer, también le van a dar bajones de azúcar o episodios de hipoglucemia”, alerta. 

Elige bien. El azúcar añadida no es la más recomendable para un paciente diabético porque produce un rápido aumento en los niveles de glucosa. Pero el azúcar natural de los alimentos sí los puede consumir. “Se calcula un plan de alimentación para que ese paciente sepa cuáles son las cantidades y las veces que puede comer fruta durante el día”, explica Cortés. 

Evítalo. Bajo ninguna circunstancia debes “comer dulce, refrescos, bebidas atléticas, maltas, repostería, bizcocho, golosinas, porque eso trae un problema mayor”.

Moderación. Procura no comer en exceso. 

Realiza ejercicios. Es importante mantenerse activo, “por lo menos caminar de cuatro a cinco veces por semana, un mínimo de 30 minutos”. 

Mantente hidratado. Pero con agua, no con bebidas energizantes ni otros líquidos.