Controlar lo que su hijo ve a través de la pantalla grande o chica probablemente sea una buena idea, pues un nuevo estudio sugiere que los adolescentes constantemente expuestos a contenido donde se promueve el consumo de bebidas alcohólicas podrían tener más probabilidades de desarrollar problemas relacionados con el alcohol.

Los hallazgos coinciden con un creciente desarrollo de evidencia que demuestra que los adolescentes son más propensos a involucrarse en comportamientos de alto riesgo que se producen en películas y programas de televisión, expresó  Andrea Waylen,  autor del estudio y catedrático de Ciencias Sociales en la Universidad de Bristol en Inglaterra.

“Los niños que son más propensos a beber o que ya están bebiendo van a ir tras películas donde se promueve el consumo de alcohol”, indicó Victor Strasburger,  profesor de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nuevo México a Health Day.

Para el estudio los investigadores entrevistaron a más de 5,000 adolescentes sobre las 50 películas que habían visto de una lista de largometrajes recientes donde se consume alcohol por un período de entre 28 y 64 minutos. También tuvieron que responder sí bebían alcohol y con qué frecuencia.

El 86% dijo que habían ingerido alcohol. Cerca de la mitad mencionó que se había emborrachado y  un poco más del 40%  había tenido problemas relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas, fueron algunos de los hallazgos.

Tras estas cifras los investigadores ajustaron los números tomando en consideración otros factores de riesgo como problemas en el hogar, el nivel socioeconómico, salud mental y los hábitos de consumo de los familiares. Después de considerar estos factores, encontraron que los adolescentes expuestos a películas con alto contenido de  consumo de alcohol  estaban un 20% más propensos a ingerirlo que aquellos con menor exposición.

Strasburger  sugiere que  se incluya un pediatra y un psicólogo  infantil en el tablero de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos que determina las calificaciones de las películas. “Las calificaciones deben estar basadas en el contenido, no en la edad como se hace ahora”, abundó al decir que es “sorprendente” el contenido de escenas que promueven el uso de alcohol y cigarrillos en películas clasificadas PG y G.

Además,  aconsejó a los padres a que deben hablar con sus hijos sobre lo que ven en estas producciones. “Lo importante es que los padres se comuniquen con sus hijos  regularmente, que sepan la clase de películas que están viendo, señaló.