Tres sencillos pasos pueden salvar la vida de alguien que requiera de primeros auxilios en una situación de emergencia.

El primero es asegurarse de que el área donde se encuentre sea segura. Segundo, verificar si la persona afectada está consciente y si está respirando o tiene dificultad, y tercero, llamar al Sistema de Emergencias 9-1-1 para solicitar ayuda.

Mientras llegan las unidades de emergencia, que pueden tardar en promedio unos 15 minutos, debe echar hacia atrás la cabeza de la persona perjudicada para abrir las vías respiratorias y proceder con las compresiones en el pecho con las manos en ciclos de 30.

Para verificar si la persona está respirando debe colocar su oído cerca de la nariz y boca mirando en dirección hacia el pecho durante diez segundos.

Las cinco razones para suspender la técnica son: que el auxiliado vuelva a respirar con normalidad, la llegada de paramédicos o personal capacitado, que el área se torne peligrosa, que esté exhausto quien brinda la ayuda o que se le pueda ofrecer a la persona asistencia con un desfibrilador externo automático.

Esta fue una de las demostraciones que ofrecieron instructores voluntarios del capítulo de Puerto Rico de la Cruz Roja Americana durante el adiestramiento gratuito “Salva una vida con tus manos” a unas 200 personas que se llevó a cabo en la tarde de este sábado en la tienda de la entidad en el centro comercial Plaza las Américas.