Tatuaje de esclerótica. Así se denomina el procedimiento que con el tiempo ha ganado popularidad entre los fanáticos de las modificaciones corporales, y que consiste en inyectar una mezcla de tinta y solución salida dentro del globo ocular, para que así la parte blanca del ojo se vuelva de color.

La técnica nació en Canadá hace unos 10 años y de ahí se expandió a otras partes del mundo. Sin embargo, Luna Cobra, el artista que se adjudica su invención, hoy afirma que se trata de un procedimiento poco seguro e incluso trabaja para que sea declarado ilegal.

"No pensé que las personas pensarían tan ligeramente en esto (...) Pensé que lo tomarían más en serio", declaró Cobra a Newsweek a raíz de un caso que en los últimos días ha llamado la atención en todo el mundo.

Se trata de lo que le ocurrió a la modelo canadiense Catt Gallinger, una fanática de los tatuajes -tiene alrededor de 25 en todo su cuerpo-, de las modificaciones corporales -dividió su lengua en dos para que quedara bífida- y del morado, color que eligió para teñir su esclerótica.

Según ha señalado en diversos medios, la joven de 24 años confió en Eric Brown, su pareja y artista de modificación corporal, cuando este le aseguró que el tatuaje de esclerótica era totalmente seguro. Además, varios de sus amigos se lo habían hecho, por lo que no dudó en dar el paso.

Sin embargo, debido a la inexperiencia de su novio, el procedimiento salió muy mal. El hombre no mezcló la tinta con solución salina, utilizó una aguja demasiado larga que entró hasta lo profundo del ojo y no realizó varias inyecciones pequeñas, sino que una larga que se prolongó por 10 minutos.

Catt se convenció de que algo no andaba bien, cuando ya llevaba tres semanas con su ojo muy inflamado y con un intenso dolor. Entonces fue a un hospital, donde le dieron antibióticos y gotas oculares.

No obstante, el daño que sufrió en su globo ocular fue aún más grave y corre el riesgo de quedar parcialmente ciega. Además, deberá someterse a una cirugía para remover el exceso de tinta de su ojo.

La modelo publicó lo que le ocurrió en su página de Facebook, junto a una serie de impactantes fotos. 

"Por favor, compartan esto lo que más puedan (...) No comparto esto para causar problemas, lo comparto para advertir que investiguen quién realiza los procedimientos así como también cómo deben realizarse apropiadamante (...) No quiero que esto le pase a nadie más", fue parte de lo que escribió Catt.

La modelo también terminó la relación con su novio y piensa denunciarlo a la policía. "No lo perdonaré (...) Lo quiero fuera de las calles antes de que le haga algo peor a otra persona", señaló.

Por su parte, el acusado se ha defendido, asegurando que no cometió ningún error y que la culpa de todo es de la modelo por no preocuparse apropiadamente de su ojo.

"Mi procedimiento fue limpio, solo dos simples inyecciones con una tinta que se ha probado y sabemos que es segura para los ojos (...) Le advertí de los riesgos o del tipo de inflamación que se podía esperar, y ella de todas formas quiso hacerlo", explicó Brown a CBC.

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