En Puerto Rico, la diabetes es la tercera causa de muerte, precedido por el cáncer y las enfermedades del corazón, según datos ofrecidos por el Departamento de Salud. Ante este panorama, una dieta balanceada, ejercicio y control en el consumo de azucar deberían ser la norma, pero los estilos de vida dañinos, como el sedentarismo, el tabaquismo y la dieta alta en harinas refinadas y dulces nos están llevando por el barranco.

Para que tengas una idea más clara de si estás en riesgo de padecer la enfermedad, la publicación Prevention recopiló cinco señales que podrían ser reflejo del padecimiento. Por supuesto, si tienes alguna duda, acude inmediatamente a tu médico.

1. Parchos oscuros en la piel: ubicados normalmente en los pliegues (cuello, codos y nudillos, por ejemplo), estas manchas podrían ser reflejo de “altos niveles de insulina, que promueve el desarrollo de nuevas células cutáneas y, por lo tanto, melanina, que le da el pigmento a la piel”, explicó el Dr. Sanjiv Saini, a la publicación. El galeno recomienda perder peso (incluso hasta 10 libras) y podría aliviar la condición.

2. Cambios visuales: Ya sea que tu vista empeora o mejora, según el profesor asistente de medicina Howard Baum, de la universidad de Vanderbilt, “los niveles de azucar cambian la composición de los fluidos en el cuerpo, y eso incluye los ojos”. Si tu vista empieza a hacer cosas raras, ve a un oculista.

3. Piquiña: La diabetes afecta la circulación y causa irritación o resequedad en la piel. Si esa picazón se concentra en las extremidades y no mejora con un humectante, haz una consulta con tu médico.

4. Sordera: Según el Instituto Nacional de la Salud, la pérdida de audición podría también significar un indicio de diabetes: los oidos no están recibiendo la circulación que necesitan y podrían sufrir daños en los nervios y vasos sanguíneos.

5. Ronquidos: Según el doctor Osama Hamdy, del Joslin Diabetes Center en Boston, el 23% de los pacientes con apnea del sueño leve o moderada terminaban desarrollando diabetes en menos de seis años. Una de las razones por las que el mal dormir por respirar mal puede llevar a la diabetes es que, incluso dormidos, la falta de respiración nos estresa, aumentando los niveles de azucar en la sangre.