A pesar de que la cantidad de frutas que consume la población infantil y juvenil de Estados Unidos aumentó un 67 por ciento entre 2003 y 2010, todavía no llega a la porción recomendada. En el caso de los vegetales es todavía peor y, en ese mismo periodo, su consumo no tuvo incremento.

Según el reporte de Signos Vitales del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el consumo de jugo de frutas disminuyó y fue remplazado por la fruta, que es lo recomendado por nutricionistas.

Pero, el 60 por ciento de los niños y niñas no come suficiente fruta como para satisfacer la recomendación diaria y el 93 por ciento -entre 2007 y 2010- no consumió la cantidad necesaria de vegetales y verduras.

Las recomendaciones van desde una a dos tazas de frutas y de una a tres de vegetales según la edad, sexo y actividad física del menor.

Según los datos del informe, cerca de una tercera parte de las verduras que comieron entre 2009 y 2010 eran papas y, en su mayoría, fritas o de bolsa.

Para lograr que los niños y niñas coman frutas y vegetales lo primero es que los adultos que los cuidan también lo hagan. Si son congelados, lo ideal es que sean bajos en sodio y que no tengan azúcar añadida. Más que galletitas y dulces, las frutas y vegetales deberían ser protagonistas de la merienda escolar.