Hay especies de animales que son muy temidas, ya sea por su aspecto tenebroso, porque atacan a los seres humanos o porque se ha confirmado que como parte de sus sistemas de defensa, tienen venenos poderosos.

Sin embargo, en comunidades aisladas en las selvas, en antiguos textos romanos y en la ancestral práctica de la medicina china, el veneno de algunos animales se extraía para curar enfermedades.

Seguramente, pasarán años antes de que las farmacéuticas logren desentrañar las sustancias que producen estos animales y que podrían usarse en la creación de medicinas, pero ya hay científicos alrededor del mundo que están trabajando para poder tener los mejor de escorpiones, serpientes y otras criaturas.

Aquí una muestra de algunos de estos animales que quién sabe si encierran la cura de alguno de nuestros peores males.

-Serpiente de cascabel de América del Sur


En Brasil, el Instituto Butantan realiza varios estudios de algunas de las serpientes más formidables. Incluso los científicos de esa institución han logrado encapsular y enviar a otros laboratorios algunos de los venenos en un formato deshidratado estudio. Hasta ahora se cree que podrían ayudar con medicamentos que ayudan con los problemas de aprendizaje y memoria, hipertensión o fallas cardiacas.

-Cobra

Hay científicos que han experimentado con el veneno de estas serpientes desde la década de 1930. Afortunadamente, la tecnología moderna les permite a los investigadores  distinguir y aislar algunos componentes específicos en su veneno. De hecho, una empresa en la Florida llamada Recepto Pharm ya patentizó una toxina extraída de las cobras sin que sea tóxica que ha ayudado en experimentos con ratones con esclerosis múltiple, artritis y reumatoide.

-Víbora escamosa (Saw-scaled viper)

Esa serpiente del desierto del norte de África mueve sus escamas de forma que emite un sonido para ahuyentar a sus depredadores. Si se le ignora y se le acercan seguramente acabarán con una mordida. En 1998, la empresa farmacéutica Merck sacó al mercado un producto hecho con las proteínas del veneno de esta víbora para prevenir los coágulos y los ataques cerebrales.

-Serpiente cabeza de cobre (Copperhead)

Este tipo de serpiente se encuentra mayormente en el este de Estados Unidos. Aun cuando son bebés ya poseen veneno en sus colmillos. Ese veneno tiene una proteína llamada “contortrostatin” que se cree ayuda a bloquear la migración de las células.  Cuando las cabezas de cobre lo aplican a sus presas, este veneno evita que se coagule la sangre y se dispersa rápidamente paralizándolas. Ahora se investiga si esa proteína es efectiva en el tratamiento contra el cáncer  en senos ovarios, próstata y cerebro.

-Anémonas de mar

Algunos buzos cubanos suelen cazar una especie de anémona de mar desde la década de 1990 con cuyas toxinas los científicos han creado una droga experimental llamada ShK. La sustancia podría ayudar en el tratamiento de un gran número de enfermedades autoinmunes como el lupus.

-Rana de dardo envenenado

Para algunos estas ranas forman parte de la lista de las criaturas más bellas del mundo, pero también están en el tope de las más letales.  Son pequeñas, de no más de dos pulgadas y media de largo y su color es súper brillante. Se les encuentra en Centro y Suramércia y Hawaii. Su veneno está en la piel. Los indios de la selva Amazonas han usado ese veneno como medicina desde hace mucho tiempo. Mientras que los científicos modernos ya han desarrollado el producto “epibatidine” para combatir el dolor y como relajante muscular.

-Tarántula

Tienen muchas patas y son peludas, por lo que nada más de mirarlas pueden espantar a cualquiera. Sin embargo, la cantidad de veneno que tienen no es lo suficientemente fuerte como hacerle daño a los seres humanos. Incluso una especie de tonos rosado que se encuentra en Chile se vende como mascota. Según estudios realizados, los péptidos de su veneno –denominado GsMTx-4 pueden reducir padecimientos como la distrofia muscular.

-Escorpión Deathstalker

Una especie de escorpión grande y de tonos amarillos que vive en el Medio Oriente y en África podría salvarle la vida gracias a los avances que se han hecho con su veneno en el campo de las cirugías. Los científicos han descubierto una gran propiedad en los péptidos de este animal: se adhiere a las células cancerosas  y han desarrollado a partir de allí una especie de pintura para poder identificar hasta los ramilletes más pequeños, ayudando a los doctores a diferenciar entre las células sanas de las malas, lo que hace mucho más fácil extraer solo las necesarias. La mayor esperanza está en la extirpación del cáncer de cerebro.