Mientras el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) está alertando sobre los peligros de consumir bebidas alcohólicas en exceso, en Europa se debate esta semana la posibilidad de obligar a las empresas a que incluyan en sus etiquetas la cantidad de calorías que hay en las cervezas y licores que producen.

Asimismo, hay en varios países un movimiento para que los embotelladores estén obligados a incluir su lista de ingredientes en las bebidas, ya que se cree que en el caso de las cervezas se están usando productos genéticamente modificados y aditivos entre otras sustancias peligrosas o no apreciadas como el Glicol de propileno (Propylene Glycol), que se usa para crear el efecto de humo.

En el caso de las calorías, Fiona Sim, presidenta de la Royal Society for Public Health británica alertó en la revista British Medical Journal que las bebidas alcohólicas contribuyen a la obesidad y deberían incluir un cómputo de calorías obligatorias.

Sin lugar a dudas se trata de un tema que concierne a muchas personas que gustan de darse su palito o su cervecita en casa o en lugares públicos con amigos.

Aquí recopilamos algunas de las advertencias más importantes de los expertos:

No se recomienda que los hombres tomen más de cinco tragos en una actividad ni más de 15 en una semana. El límite recomendado para las mujeres es de no más de cuatro tragos o cervezas en una actividad, ni más de ocho en una semana.

Según la CDC, la ingesta excesiva de alcohol fue responsable de 1 de cada 10 muertes entre el 2006 y el 2010 entre adultos de 20 a 64 años en Estados Unidos para un total estimado de 88,000 muertes que se debieron a enfermedades que se exacerban con el consumo de alcohol, como las enfermedades del hígado y del corazón, así como incidentes violentos, intoxicación y choques de tránsito.

De otra parte, “no hay ninguna razón por la que las calorías del alcohol merezcan un tratamiento diferente de las de la comida”, plantea la presidenta de la Royal Society for Public Health. Según la experta, un estudio hecho en 2,117 adultos reveló que el 80% desconocía el contenido en calorías de las bebidas más comunes y dio como ejemplo que la mayoría de las mujeres desconoce que dos copas grandes de vino tienen 370 calorías, “lo que representa una quinta parte de su ingesta de energía diaria”.

Felipe Casanueva, presidente de la Sociedad Española del Estudio de la Obesidad destaca que las bebidas alcohólicas tienen calorías de bajísima calidad nutritiva, y que, además no sacian. 

Usted podría hacer una petición a los legisladores, que aunque están concentrados en la Reforma Contributiva, podrían también sacar un tiempo para atender el tema. Además busque información en Internet sobre su bebida favorita para que esté alerta de cuántas calorías podría estar consumiendo sin darse cuenta.

Asimismo, hay un movimiento en varios países para forzar a las empresas a detallar los ingredientes que utilizan en la elaboración de bebidas alcohólicas, especialmente en las cervezas. Actualmente la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) no monitorea ni regula la producción de bebidas en Estados Unidos. La excusa de algunas empresas es proteger sus recetas sin embargo, estudios independientes han demostrado que se utilizan ingredientes poco recomendables o deseables como maíz y azúcares genéticamente modificados, colorantes, aditivos y hasta vejigas de pescado.

Una solución puede ser comprar solamente bebidas que incluyan su lista de ingredientes en la etiqueta y escribirle a las empresas pidiendo acción o crear acciones a través de las redes sociales para conscientizar sobre el tema.