Luego de estar poco más de 24 horas perdido, las autoridades lograron encontrar a Ángel Manuel Rodríguez Castro, de 73 años, quien es paciente de Alzheimer.

Las autoridades dieron con el septuagenario no muy lejos del área donde vive y aparentaba estar en buen estado de salud.

En abril pasado una mujer de 84 años, también paciente de Alzheimer, desapareció del Centro Médico donde se realizaba varios exámenes y en enero un hombre de 78 años se escabulló de su residencia en Ponce.

En otras palabras, no es raro que las personas con esta enfermedad, en la que se pierde la memoria progresivamente, se puedan desorientar muy fácilmente ya que muchas veces cuando piensan en su casa la que recuerdan es aquella en la que vivieron cuando eran niños y no reconocen la actual. 

Otras veces el paciente piensa que debe ir a trabajar e intenta salir a completar lo que era su rutina. Incluso hay quienes se desorientan tanto que buscando el baño pueden salir por la puerta principal.

Expertos en manejo de pacientes con este tipo de enfermedad recomiendan prestar atención especial para tratar de evitar estos episodios.

Si su familiar insiste en salir no pierda mucho tiempo diciéndole cosas como: “hace 30 años que te jubilaste”, o “ya estás en tu casa”, porque ese tipo de razonamiento no tendrá sentido para ellos. En esa situación es mejor distraerlos. Por ejemplo, si la persona quiere ir a trabajar, puede responderle: “Está bien, busca tus zapatos”. En lo que va y viene, posiblemente ya habrá olvidado esa urgencia.

De todos modos, puede ponerle un brazalete de identificación con un número de teléfono para emergencias. Y con los avances en la tecnología puede colocarle un sistema de rastreo por GPS en sus zapatos.

Según los expertos por razones de seguridad, nunca se debe encerrar a una persona con algún tipo de demencia en una casa sola. 

Pero si hay una persona con el paciente una buena forma de mantener sus puertas seguras es poniendo un candado en la parte de abajo, ya que es poco probable que busque en un lugar tan poco común. También puede camuflajear algunas puertas con tela o cortinas que las disimulen. 

En las puertas se puede colocar además desde algún adorno de los que suenan con el movimiento o campanillas que avisen en caso de que se abra la puerta, hasta alarmas. 

Otra buena idea es mantener a las personas ocupadas. Si el paciente se siente aburrido o que no le dan atención en algún momento va a querer irse. También les pasa si llevan mucho tiempo frente al televisor. En todo caso puede pedirle que lo ayude con los trastes aunque sea secándolos, o que lo ayude a doblar la ropa, por mencionar algunas tareas sencillas. También puede inscribir al paciente en alguna actividad para adultos. 

Salir a caminar es una buena forma de mantenerlos en buena forma y seguramente acabará cansado y querrá sentarse por un buen rato. Incluso si no está cansado, la actividad de caminar podría ser suficiente para evitar que deambule buscando compañía y le reducirá la ansiedad o inquietud que a veces se apodera de ellos.

Si tiene patio ponga varios tiestos delimitando la zona en la que pueden estar sin problema y bloqueando, aunque levemente, posibles rutas hacia el exterior.

Asegúrese de que el paciente vaya al baño con regularidad y coma bien para que dentro de su posible confusión no sienta la necesidad de salir a cumplir con esas necesidades fuera de la casa.

Otras recomendaciones incluyen hablar con los vecinos y avisarles del padecimiento de la persona para que en caso de que lo vean deambulando lo puedan ayudar y avisarle a usted.

Y como último recurso tenga a la mano una foto reciente, ya que podría necesitarla para distribuirla si es que la persona se pierde.