Su peculiar aroma se asocia con la tranquilidad y el descanso. Su olor está presente en cremas, jabones para el baño y detergentes, que prometen relajar y ayudarte a dormir, pero muy poca gente en Puerto Rico sabe la gran variedad de propiedades, usos y beneficios para la salud que tiene la lavanda porque se considera una planta lejana y desconoce que la misma se cultiva a nivel local.

De las más de 400 especies de lavanda registradas en todo el mundo, Puerto Rico cuenta unas 36 que se cuidan para la venta en vivero ubicado en las entrañas del barrio cercadillo, en Cayey.

Aunque las condiciones climáticas no son las más favorables para la siembra de esta planta, Arístides Arzola, propietario de la microempresa Lavender Innovations, ha buscado la manera por 16 años de desarrollar su cultivo y compartir sus conocimientos sobre la lavanda.

“Yo empecé para el año 2000 más o menos, que me regalaron una plantita de lavanda para mi cumpleaños. Me la enviaron por correo. Cuando abrí el paquete, yo dije: ‘wao, qué rico huele esto’. Le pregunté al amigo que me la regaló qué planta era esa y me dijo que lavanda. Me dijo: ‘te la envié porque como a ti te gusta el color violeta, sabía que te iba a encantar”, relató sobre su primer contacto con la matita de flores color lila.

“Para aquel momento yo trabaja en una compañía con la que viajaba mucho. Empecé a estudiar lo que era la lavanda. Iba a diferentes viveros en Estados Unidos, fincas, compraba libros, empecé a visitar sitios donde daban talleres sobre el cultivo, y así empecé como un hobby hasta que llegó el año 2009, que fue cuando quedé desempleado, y empecé a hacer lo que quería hacer, que era poner un negocio dedicado al cultivo de la lavanda”, detalló Arzola, quien para entonces trabajaba en una compañía de telecomunicaciones.

Durante ese proceso, se dio cuenta de que la lavanda no era un cultivo conocido en el trópico. De esta forma, el primer paso fue estudiar cómo puede cultivarse la misma en clima tropical con la escasa información que había al momento.

“El cultivo de la lavanda es un cultivo exótico en el ambiente tropical. Ella es una planta de un clima más templado. Eso no quiere decir que la planta si no tiene frío no va a subsistir porque existen tantas variedades en el mundo y no todas son de clima templado”, explicó.

Afirmó que su siembra en la Isla es compleja porque se trata de una planta que necesita mucha luz, buena circulación y buen drenaje, y no precisa de muchos nutrientes. 

“Puede abonarse una vez cada tres meses, pero no es necesario abonarla”, insistió sobre la planta de floración en primavera.

En Puerto Rico, según indicó, la planta de lavanda mayormente se adquiere para propósitos de aromaterapia. Su clientela, igualmente, busca su aroma a través de los aceites esenciales, velas, repelente de mosquito, desodorantes y perfumes. Unos pocos la adquieren para experimentar en la cocina.

“Pocos la compran para cocinar porque en Puerto Rico no están floreciendo todo el tiempo, y lo que se consume es la flor. También la usan aquí como una planta ornamental”, abundó.

Además, resaltó que en el País actualmente hay un auge en el mercado de la coctelería, donde la flor de la especie conocida como english lavender o angustifolia se utiliza para añadirle sabor a los tragos.

Comentó que en los eventos que realiza su compañía junto a otras empresas, la lavanda ha sido empleada en limonadas, tés, cupcakes, panes, mermeladas, french macarons y polvorones, entre otras delicias.

Por otro lado, Arzola destacó que además de ayudar a la conciliación del sueño y la relajación, la lavanda tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias; se recomienda en pacientes que sufren de estrés, ansiedad, depresión, ataques de pánico y migraña; y es buena para sanar quemaduras y matar hongos en las uñas.

Comentó que, recientemente, se ha descubierto que contribuye a expulsar las lombrices del cuerpo.

“En la época de los romanos, la lavanda se usaba en las termas de agua caliente. Ahí era que los romanos se bañaban. Ellos sabían que tenía una propiedad de limpieza y desinfectaba. Además perfumaba la ropa. La ropa la lavaban con urea, con orín, y después la tiraban encima de los matojos de la lavanda para secarse y para que el olor de la lavanda se impregnara en la ropa. Por eso que se asocia el nombre de la lavanda con la palabra del latín lavare”, precisó.

Agregó que las ramitas de lavanda, en la antigüedad, formaban parte del kit de primeros auxilios de los soldados, y que estos las usaban para curarse las heridas.

En la Isla puedes encontrar la lavanda en sus variedades de angustifolia, grosso, silver sands, dentata, estoechas, sweet lavender, pinata y provence, en el vivero Plantas de Puerto Rico, ubicado en la carretera 715, kilómetro 5.0 del barrio cercadillo. De todas estas especies, la única que se recomienda para ingerir es la angustifolia.