Hola, ¿cómo están? Soy yo, El Sabelotodo… y estoy de vuelta.

Quienes me conocen saben  que yo lo sé todo; de ahí mi nombre. Y antes de que continúen el odioso refrán: “lo que no sabe, se lo inventa”, permítanme aclararles que no es así: lo que no sé, yo me fajo buscándolo hasta que lo encuentro. Así que si tienes alguna duda, pregúntame y aquí encontrarás la respuesta.

¿Qué debemos hacer si tenemos una cortadura tipo raspazo?   

Lo mejor que uno puede hacer es, antes que cualquier otra medida, ponerse agua fría. Se debe mantener la herida bajo el chorro de agua fría.

Simultáneamente, se debe limpiar la piel que está alrededor de la cortadura. Para ello usando jabón y un paño que no sea muy áspero. Es importante que no caiga jabón dentro de la herida misma, pues puede irritarla. 

Si se ven pizcas de mugre dentro de la herida, hay que buscar unas pinzas que hayan sido pasadas por alcohol isopropílico y sacarlas lo más cuidadosamente posible después del lavado inicial. 

El agua oxigenada y algunos antisépticos pueden ayudar en el proceso de limpieza, pero también pueden ser irritantes. También hay que tener en cuenta que la persona que sufre la herida puede ser alérgica a alguna de estas sustancias de usos más específicos. 

El sangrado es importante para completar la limpieza. No se debe entender como algo malo o perjudicial. Y si se trata de un simple raspazo, suele terminar a los pocos minutos. 

Si el raspazo es en la boca, cabeza posterior o alguna parte de la cara, no se asuste si ve que sigue sangrando durante mucho tiempo, pues en estas zonas hay muchos más vasos sanguíneos que en otras partes del cuerpo. 

De todos modos, si el sangrado dura más de lo normal, es saludable ejercer presión suave, pero firme en la cortada, usando un paño limpio o un pedazo de gasa. Eso era.

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