El soldado puertorriqueño que desató una balacera en la base militar Fort Hood, en Texas, estaba siendo evaluado por Trastorno de Estrés Post Traumático (PTSD, por sus siglas en inglés). Aunque la milicia estadounidense descartó que Iván López López sufriera trastornos por su participación en la guerra de Irak, son muchos los militares que padecen de este peligroso síndrome.

Uno de cada cuatro soldados del Ejército de los Estados Unidos fue diagnosticado con PTSD en el 2008, según estadísticas de la Fundación Americana de PTDS.

Datos de la organización sin fines de lucro indican que en el 2009 hubo una alarmante cifra de suicidios: fueron 245 soldados los que se quitaron la vida.

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Sin embargo, los militares no son los únicos que se ven afectados por esta enfermedad mental. Aproximadamente 7.7 millones de estadounidenses mayores de 18 años sufren de PTSD, según la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (ADAA, por sus siglas en inglés).

“El trastorno de estrés postraumático puede producirse a raíz de traumas personales  -por ejemplo,  violación, guerra, desastres naturales, abuso, accidentes serios o cautiverio-  o por haber presenciado o saber de un acto violento o trágico”, según la Alianza Nacional para la Enfermedad Mental.

Esto significa que cualquier persona que pase por un evento traumático que le cause pavor, impotencia u horror extremo puede experimentar este trastorno de ansiedad.

“Los estudios sugieren que entre el 2 y el 9 por ciento de la población tiene cierto grado del trastorno. No obstante, la probabilidad de sufrirlo es mayor cuando la persona se ve expuesta a múltiples traumas o a eventos traumáticos durante su niñez y adolescencia”, explica la organización salubrista. Además señalan que las mujeres sufren más del trastorno que los hombres.

Aunque es normal sentir miedo, tristeza y ansiedad luego de tener una experiencia traumática, las personas que sufren de PTSD viven, durante más de un mes, con síntomas que les impiden llevar a cabo las funciones como lo hacían antes del suceso.

“Las personas que sufren de trastorno de estrés postraumático siguen "volviendo a vivir" el trauma; evitan a las personas, los pensamientos o situaciones relacionadas con el evento y tienen síntomas de emociones excesivas. Los síntomas por lo general aparecen en un período de tres meses de la situación traumática, sin embargo, a veces se presentan meses o hasta años después”,  añade la alianza.

¿Cuáles son los síntomas del PTSD?

La organización explica que los síntomas pueden ser muy diferentes entre los pacientes pero, por lo general, se incluyen en tres categorías:

Repetición de la vivencia - La persona frecuentemente tienen recuerdos o pesadillas repetidas sobre el evento que les causó tanta angustia. Algunos pueden tener "flashbacks", alucinaciones u otras emociones vívidas de que el evento está sucediendo o va a suceder nuevamente.

Evasión – Puede ser evasión de todo tipo: pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el incidente y también actividades, lugares o personas que les recuerdan el incidente. También pueden mostrar  falta de interés en las actividades que les eran importantes antes del evento, se sienten alejadas de los demás y no tienen esperanzas sobre el futuro.

Aumento de excitación emocional - Sentir dificultades en quedarse dormido o no poder despertar, irritabilidad o desplantes de rabia, dificultad para concentrarse, volverse muy alertas o cautelosos sin una razón clara, nerviosismo o facilidad para asustarse.

¿Cómo se trata?

La ADDA menciona los siguientes tratamientos:

Terapia del comportamiento: Se concentra en aprender técnicas de relajación o para sobrellevar la situación.

Terapia de exposición: Expone, de un modo seguro,  a las personas al trauma que experimentaron  para ayudarlos a enfrentar y controlar su miedo.

Reestructuración cognitiva: Algunas veces los pacientes recuerdan la situación traumática diferente a como en realidad sucedió y se pueden sentir culpables o avergonzados de un evento que no es su culpa. El terapista ayuda a mirar el incidente de una manera realista.

Entrenamiento de Inoculación de Estrés: El terapista enseña a reducir la ansiedad mirando los recuerdos del evento de una manera saludable.

Tratamiento de Realidad Virtual: Ambientes virtuales que han sido diseñados para exponer a las personas a la situación temida.